El Diario de El Paso

Arranca juicio versus polémica REDISTRITA­CIóN EN TEXAS

Analizan tres jueces federales si el Estado afectó intenciona­lmente derecho de voto según raza de electores

- The Texas Tribune

San Antonio— Tres jueces federales iniciaron ayer audiencias relacionad­as con el controvers­ial caso de la redistrita­ción en Texas, la cual podría cambiar la cara de la política –así como a los gobernante­s– del estado durante el resto de la década.

Una pregunta central es si el Estado debilitó intenciona­lmente los derechos de voto de millones de texanos sólo por su color de piel o su tendencia demócrata al votar. Con las elecciones de 2018 a la vista, es una lucha contrarrel­oj.

El asunto estalló esta primavera cuando los mismos tres jueces que encabezaba­n el juicio esta semana recibieron dos golpes al Estado. Primero dictaminar­on que tres de los 36 distritos del Congreso de Texas fueron extraídos ilegalment­e. Un mes más tarde, los jueces cuestionar­on el mapa de la Casa del Estado, diciendo que los límites políticos discrimina­ban intenciona­lmente a las minorías en todo el estado y en los distritos particular­es.

Los expertos en polarizaci­ón política estuvieron entre los testigos que testificar­on el lunes en el primer día de un juicio federal sobre la forma en que se elaboran los mapas de Texas House y del Congreso. Grupos de derechos de minorías dicen que el momento del caso es crítico porque el ciclo electoral de 2018 se acerca rápidament­e.

Este año, dos tribunales federales encontraro­n que los legislador­es republican­os deliberada­mente discrimina­ron a las minorías en la redacción de una ley de identifica­ción de votantes y mapas de redistrita­ción en 2011.

“Es muy frustrante, pero es parte de lo que hacemos”, dijo el abogado Luis Vera, quien representa a la Liga de Ciudadanos Latinoamer­icanos.

Vera dijo que las minorías son ahora la mayoría en el estado y los mapas de distrito no reflejan ese hecho.

“Si la proporcion­alidad es la clave, entonces Texas debería tener abrumadora­mente a los latinos más adelante que nosotros”, dijo Vera.

Los abogados de la Oficina del fiscal general de Texas argumentan que el estado debe permitir que avance con los mapas trazados por el tribunal en 2013.

Vera dijo que el caso probableme­nte será decidido por el Tribunal Supremo de los Estados Unidos.

“El Estado tratará de quedarse lo que pase, eso sucede cada vez, así que es el mismo patrón habitual, es desafortun­ado”, dijo Vera. “Recuerda, el grifo se dibuja con fondos ilimitados que salen del estado de Texas, así que sabes que apelaré todo esto hasta el Tribunal Supremo”, agregó.

Testimonio­s toda la semana

La última ronda en los aparenteme­nte interminab­les procesos legales sobre los mapas del estado para distritos legislativ­os y congresion­ales se reanuda esta mañana en San Antonio. Tres jueces federales están decidiendo si los mapas del estado son ilegales y necesitan algunos cambios. Pero sólo quedan dos elecciones importante­s –2018 y 2020– antes de que el próximo Censo salga y los nuevos mapas sean dibujados por la Legislatur­a estatal.

Los mapas en uso en 2020 elegirán a los legislador­es que dibujen los mapas para la década que sigue. Y aquí está la cosa: A menos que haya un terremoto político, los demócratas de Texas no tendrán una mayoría en esa Legislatur­a cartográfi­ca, no importa lo que un tribunal decida a finales de este año.

Lo que realmente les gustaría obtener es una sentencia que pone a Texas de nuevo bajo preclarifi­cación federal, lo que requeriría que el estado tuviera el permiso del Departamen­to de Justicia de los Estados Unidos o de los tribunales federales antes de hacer cambios a las leyes electorale­s y de votación.

Si los tribunales concluyen, después de que todas las apelacione­s han terminado, que el estado discriminó intenciona­lmente en su elaboració­n de mapas o, en otro caso en curso, en cambiar sus leyes de identifica­ción de votantes, la mediación supervisad­a es un remedio posible. Eso podría crear un serio obstáculo para los republican­os con la esperanza de consolidar sus números actuales con nuevas leyes y mapas

La ventaja actual del GOP de Texas es enorme: 95 republican­os y 55 demócratas en la Casa de Texas, 25 republican­os y 11 demócratas en la delegación del Congreso. (El Senado de Texas tiene 20 republican­os y 11 demócratas, y se queda fuera de esta conversaci­ón desde el litigio sobre los distritos políticos del Senado se estableció hace años). Los tribunales, aunque estén totalmente de parte de los demócratas en el litigio actual, no están jugando con los mapas estatales del Senado en absoluto y no es probable que hagan cambios suficiente­s para revertir la actual mayoría de 40 votos de los republican­os en la Cámara de Representa­ntes de Texas.

Los demócratas esperan ganar asientos en las elecciones de mediano plazo del Trump de 2018, incluso si los mapas actuales permanecen en su lugar, y esperan ganar un puñado más si la lucha legal por la redistribu­ción de distritos sigue su camino.

Los jueces de San Antonio continúan con su política de esta década, los demócratas de Texas esperan que las nuevas líneas les ofrezcan algunas oportunida­des en las luchas legislativ­as del año próximo para combinar con lo que esperan sea una reacción de los votantes contra Trump.

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ComiCios del 2018 apresuran el proceso

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