Más padres vacunan a sus hijos vs virus del Papiloma
Más adolescentes en El Paso reciben la polémica vacuna contra el cáncer cervical, después de una fase intensa de educación con un enfoque preventivo, confirmaron autoridades locales de salud pública.
En todo el estado, seis de cada 10 padres están eligiendo vacunar a sus hijos contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) causante del cáncer cervical, hecho que expertos en la ciudad consideran un gran avance en la aceptación y confianza frente a la vacuna en comparación a años anteriores.
La mala noticia es que mientras la mayoría de los jóvenes paseños está recibiendo su primera dosis de la vacuna contra el VPH, muchos no están completando el calendario de la vacunación, dijeron los funcionarios.
“Estamos muy satisfechos con el progreso que se ha alcanzado, poco a poco, cada vez más padres consideran de suma importancia que sus hijos obtengan la vacuna”, dijo Alexandra Rodarte, supervisora de la oficina de vacunación del Departamento de Salud Pública de El Paso.
“A pesar de los resultados, hay todavía muchos adolescentes que no están recibiendo la vacuna contra el VPH, lo que los hace vulnerables a los cánceres causados por la infección. Todas las autoridades de Salud, así como los médicos en El Paso están haciendo un gran trabajo, pero necesitamos hacer más para aumentar la tasa de vacunación y proteger a la juventud de los futuros cánceres”, añadió la supervisora.
En El Paso, las vacunas contra el VPH han enfrentado obstáculos para su aceptación a pesar de la evidencia de que el cáncer cervicouterino se relaciona con la persistencia de la infección crónica tanto en el hombre como en la mujer, dijo el pediatra paseño José Manuel Belmonte.
“Los factores que han influido para la aceptación de la vacuna están relacionados principalmente con el desconocimiento y las creencias culturales y religiosas de nuestra comunidad, especialmente la supuesta repercusión en la conducta sexual de los jóvenes vacunados”, dijo Belmonte.
“Algunos padres consideran que la vacuna es un trampolín para que sus hijos empiecen las relaciones sexuales y muchos prefieren negarse a su uso, lo que no es cierto”, detalló el pediatra.
Rodarte dijo que el progreso en la aceptación de la vacuna se empezó a ver entre los padres y responsables de los jóvenes cuando se cambió el enfoque de una vacuna para prevenir una enfermedad de transmisión sexual a una vacuna que previene el cáncer cervicouterino.
“El cambio fue inmediato porque ahora se trata de protegerlos contra un cáncer. Es que lo padres escuchan sexo y se alarman y por eso la resistencia a la vacuna”, expresó Rodarte.
En los últimos tiempos, otro de los factores de resistencia ha sido relacionado con el tema de la seguridad de las vacunas.
Para Belmonte, la falta de aceptación de la vacuna de VPH se basa principalmente en el desconocimiento de las evidencias científicas que respaldan las características de seguridad y eficacia.
VPH en números:
Cada año, un estimado de 14 millones de estadounidenses, incluyendo adolescentes, se contagian con el VPH. La infección puede provocar un cáncer de cuello uterino, de vagina o de vulva en las mujeres, y cáncer de pene en los hombres. Puede provocar cáncer anal y de garganta, y verrugas genitales en hombres como en mujeres, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
En su nuevo informe, los CDC afirmaron que el 60 por ciento de los adolescentes de 13 a 17 años recibieron una o más dosis de la vacuna en 2016, un aumento de 4 puntos porcentuales respecto a 2015.
Y el informe encontró que la vacunación contra el VPH se está volviendo más habitual entre los jovencitos que las jovencitas. Un estimado del 65 por ciento de las adolescentes recibieron su primera dosis de la vacuna contra el VPH en 2016, frente al 56 por ciento de los varones, lo que representa un aumento del seis por ciento en comparación al 2015.
Los CDC recomiendan dos dosis de la vacuna contra el VPH para los niños de entre 11 y 12 años de edad. Los adolescentes que reciben la primera dosis de la vacuna antes de los 15 años de edad deben recibir dos dosis para estar protegidos.
Adolescentes no van al médico:
La Academia Americana de Pediatría (AAP) publicó un reporte donde asegura que a medida que los adolescentes crecen, tienden a dejar de visitar a sus médicos con la frecuencia que lo hacían cuando estaban más pequeños. Fenómeno que significa que hay menos adolescentes recibiendo sus vacunas recomendadas, afirmó Belmonte.
“Con frecuencia nos encontramos con que los adolescentes no van al médico con la regularidad como lo hacían cuando eran más jóvenes, y pueden estar retrasados o hasta no haber recibido las vacunas recomendadas para mantenerse a salvo”, añadió el pediatra.