El retiro de diplomáticos de Cuba, tras ‘ataques sónicos’
Estados Unidos aparta de la embajada a más de la mitad de su personal luego de misteriosas agresiones
Washington— El Departamento de Estado anunció el viernes que retirará a más de la mitad de su personal de la embajada estadounidense en La Habana debido a los misteriosos ataques que han lesionado a 21 empleados de esa sede diplomática.
Algunos de los afectados han sufrido síntomas como pérdida auditiva, mareos, problemas visuales y de equilibrio, dolor de cabeza, fatiga, problemas cognitivos y dificultades para dormir. Pero, a pesar de una investigación exhaustiva realizada por el FBI, tanto las causas como los perpetradores de los ataques siguen siendo un misterio. Algunos expertos especulan que podría tratarse de algún tipo de arma sónica o los efectos de un dispositivo de vigilancia defectuoso.
El gobierno estadounidense también ha emitido una advertencia de viaje para los ciudadanos estadounidenses que visiten Cuba con el fin de ponerlos al tanto de que podrían correr riesgos inusuales. Algunos de los ataques ocurrieron en hoteles donde los empleados del Departamento de Estado se hospedaron temporalmente, lo que despertó la preocupación de los funcionarios ante la posibilidad de que los turistas y otros viajeros también puedan verse afectados. Sin embargo, y según el Departamento de Estado, hasta ahora no hay pruebas de que los turistas o los empleados de los hoteles hayan sido afectados.
Los funcionarios estadounidenses han decidido que no castigarán a Cuba forzando a que reduzcan su personal diplomático en Washington, una decisión que fue criticada inmediatamente por el senador republicano Marco Rubio, quien se opuso ferozmente a la decisión del presidente Barack Obama de mejorar las relaciones con Cuba.
El senador demócrata Patrick Leahy dijo que las medidas punitivas sólo jugarían a favor de los atacantes. “Quien está haciendo esto obviamente intenta interrumpir el proceso de normalización entre Estados Unidos y Cuba”, dijo Leahy. “Alguien o algún Gobierno está tratando de revertir ese proceso”.
La medida se produce tres días después de que el secretario de Estado, Rex Tillerson, se reuniera en Washington con el canciller cubano, Bruno Eduardo Rodríguez Parrilla. Ese encuentro no logró persuadir a Tillerson de que los cubanos podían garantizar la seguridad de los empleados estadounidenses en La Habana, lo que lo obligó a ordenar el retiro de gran parte de los empleados de la embajada.
El personal restante sólo realizará servicios de emergencia como ayudar a los ciudadanos de Estados Unidos en momentos de necesidad. El proceso de visado para los ciudadanos cubanos ya no se realizará en La Habana. Es probable que los funcionarios remitan a los cubanos que quieran viajar a Estados Unidos a que soliciten sus visas en las embajadas o consulados estadounidenses de otros países.
Las autoridades estadounidenses continuarán reuniéndose con sus homólogos cubanos, pero no en Cuba, hasta que se descubra la causa de los ataques, dijeron los funcionarios. El ataque más reciente ocurrió en agosto.
Tillerson consideró ordenar el cierre de la embajada –que recientemente volvió a reanudar sus operaciones después de décadas de malas relaciones entre los dos países–. Pero una de las razones por las que la sede diplomática se mantendrá abierta es que los funcionarios estadounidenses no creen que el Gobierno cubano sea el responsable de los ataques.
Un ex funcionario estadounidense dijo que sabía que los cubanos estaban desconcertados por lo sucedido y realizaban investigaciones para determinar las causas. Un tercer país puede ser el responsable, dijo el ex funcionario.
Heather Nauert, portavoz del Departamento de Estado, dijo que Tillerson y Rodríguez Parrilla tuvieron una “conversación firme y franca que reflejaba la profunda preocupación de Estados Unidos por la seguridad de su personal diplomático”.
El hecho de que los cubanos permitieran que el FBI se trasladara a La Habana para investigar se ve como otro indicador de que los propios cubanos han sido sorprendidos por el incidente.
Los funcionarios estadounidenses han especulado que las lesiones pueden ser el resultado de algún tipo de ataque sónico o quizás de una operación de vigilancia que salió mal. El hecho de que un diplomático canadiense también haya sido afectado profundiza el misterio porque Canadá y Cuba han mantenido buenas relaciones durante mucho tiempo.
¿Qué puede ser?
Funcionarios estadounidenses dijeron a periodistas sospechar del uso de dispositivos acústicos de origen desconocido, con el objetivo de socavar la “integridad física” de los diplomáticos.
Evocada en Washington, la emisión dirigida de ondas nocivas desde un dispositivo no detectable es “totalmente posible desde un punto de vista técnico”, asegura Denis Bedat, experto en bioelectromagnetismo.
“Las ondas ultrasónicas, que se sitúan más allá de la capacidad acústica del ser humano, pueden difundirse con un amplificador. El dispositivo no tiene que ser de gran tamaño y se puede activar dentro o fuera de una casa”, explica el experto francés.
Bedat pone como ejemplo al Active Denial System (ADS), un cañón anti-disturbio creado en Estados Unidos, que permite dirigir ondas electromagnéticas hacia las personas elegidas causándoles una sensación de calor insoportable.