Mueren más inmigrantes y caen arrestos en la frontera
Lo atribuyen al reforzamiento en la vigilancia y militarización a lo largo de los límites entre México y EU
Los inmigrantes que cruzan la frontera entre Estados Unidos y México están muriendo a un ritmo más rápido en 2017 que en años pasados, de acuerdo con un reporte del Proyecto Migrantes Perdidos (MMP), con base en Berlín.
El documento señala que se registraron 239 muertes de migrantes en los primeros siete meses de 2017, un aumento del 17 por ciento en comparación con las 204 muertes registradas entre enero y julio de 2016.
Esto, pese a que cifras dadas por la Patrulla Fronteriza apuntan a que menos inmigrantes han viajado a los Estados Unidos en la primera mitad del año, por lo que el número de detenciones de personas intentando cruzar la frontera se ha reducido de forma drástica, en comparación a otros años.
De acuerdo con CBP, entre enero y junio de 2017, detuvieron a 140 mil 024 inmigrantes, lo que representa poco más de la mitad del total de los realizados en los primeros seis meses de 2016, que ascienden a 267 mil 746 detenidos.
Sin embargo, aunque el cruce se ha reducido entre los migrantes, más gente está muriendo en esta ruta. Esa es la conclusión de Robert Heyman, profesor de Antropología y miembro de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos en El Paso.
Heyman aseguró que ambos fenómenos obedecen al reforzamiento de vigilancia en la frontera de México con Estados Unidos y a la militarización de la misma.
“A pesar de las políticas gubernamentales para contener la migración a Estados Unidos desde México, el número de muertes en la frontera entre ambos países ha sido el mismo en los últimos 10 años”, reveló el experto.
El académico precisó que con base en estadísticas estadounidenses, en la última década, las muertes detectadas en la frontera han fluctuado entre 300 y 494 al año.
Ahogados, asfixiados y deshidratados
De acuerdo a la Patrulla Fronteriza, en lo que va del año se han presentado en el Sector de El Paso más de 35 rescates de inmigrantes y diez muertes, de las cuales cinco han sido debido a ahogamientos en canales de irrigación o rescates ante el aumento de sus niveles con la descarga del volumen de agua almacenado en presas. Los últimos cadáveres recuperados este año, ocurrieron en la semana del 25 de julio.
Dos días antes –el domingo 23– ocho migrantes murieron por exposición al calor y asfixia en la parte posterior de un remolque en San Antonio, Texas. Para el lunes por la mañana, otros dos hombres murieron después de ser hospitalizados; otros 20 migrantes fueron internados en hospitales en estado crítico.
Entre 2014 y 2016, el proyecto de migrantes desaparecidos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) registró más de mil muertes de migrantes cerca de la frontera entre los Estados Unidos y México. Otros 239 migrantes han muerto entre enero y julio de este año.
Eduardo Canales, director del South Texas Human Rights, en Falfurrias, comenta que ese aumento de muertes se puede percibir no sólo por el número de cuerpos o restos encontrados en lo que va del año, sino también por el incremento en la cantidad de llamadas de personas intentando localizar a algún familiar desaparecido en ese sector de la frontera. De hecho, en medio de la entrevista con El Diario de El Paso, Canales tuvo que interrumpir la conversación para atender llamadas telefónicas desde Guatemala.
“En Falfurrias, hasta la fecha, este año, se han recuperado 42 restos, sólo en el Condado de Brooks; en Laredo, han sido 40, la misma cantidad que en Hidalgo”, señaló Canales.
Menos mexicanos, más centroamericanos
La migración de mexicanos hacia EU se ha venido desplomando desde la recesión estadounidense del 20082009, cuando bajó sustancialmente la oferta de trabajo para la mano de obra mexicana.
Sin embargo, están otros factores como el endurecimiento de las leyes migratorias, la contratación de más agentes para la Patrulla Fronteriza y el temor a robos, extorsiones y violaciones al tratar de cruzar la frontera, según los expertos.
Otro factor es que, hasta antes de la reciente devaluación del peso, la economía mexicana había permanecido relativamente estable.
“A través de esta frontera vemos cada vez menos inmigrantes que vienen de México, aunque se observa un aumento de migración de Asia y Centroamérica”, dijo Heyman.
Añadió que la dinámica de migración de países centroamericanos o de Asia era diferente a la mexicana. Mientras los mexicanos vienen a Estados Unidos en su mayoría por razones económicas y para mejorar su calidad de vida, los centroamericanos y asiáticos –estos últimos con origen en Bangladesh, India, Filipinas y Tailandia– se ven obligados a emigrar por razones de seguridad y persecución política.
“Sabemos que la mayor razón para la inmigración ilegal es la parte económica y muchos mexicanos han decidido permanecer en su país debido a la falta de oportunidades aquí, de la misma manera que muchos no están dispuestos a someterse a un viaje sumamente inseguro y extremo”, agregó. (Diego Murcia/ El Diario de El Paso)