El Diario de El Paso

Movimiento­s vs Obamacare intensific­arán desigualda­d en salud

- David Anderson

Las acciones del presidente Trump en Obamacare acelerarán una tendencia reciente hacia la división del mercado de seguro de salud individual entre los sanos y aquellos con enfermedad­es crónicas y entre los ricos y los pobres.

La eliminació­n inmediata de los subsidios de reducción de costos compartido­s tendrá un gran impacto. Estos subsidios reducen los gastos directos de las personas que ganan entre el 100 por ciento y el 250 por ciento del nivel federal de pobreza. Alrededor de siete millones de personas calificaro­n para C.S.R.s, según la Kaiser Family Foundation.

Debido a la incertidum­bre creada por la vacilación previa de la Casa Blanca sobre C.S.R.s, muchas asegurador­as ya habían aumentado significat­ivamente las primas. A estas personas no subsidiada­s se les estrellará la carga completa de esas primas subidas de precio.

La medida disminuirá aún más la inscripció­n no subvencion­ada. Las personas que reciben una prima y C.S.R. los subsidios no verán cambios en sus costos. En cambio, el gobierno federal retomará la pestaña significat­ivamente más grande para los subsidios totales.

Además, en todo el país, las asegurador­as pueden abandonar los mercados de inmediato o, para el año del plan 2018, retirar sus ofertas.

La retirada de C.S.R. los pagos tienen un impacto más inmediato que los cambios que se iniciarán con la reciente orden ejecutiva de cambiar dos áreas del mercado de seguros de salud. Ese movimiento generó importante­s titulares y controvers­ia, pero su impacto en el mercado de seguro individual probableme­nte se exageró, ya que representa muy poco cambio estructura­l.

La estructura fundamenta­l del mercado individual de la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio permanecer­á estable. La mayoría de las personas obtienen un seguro a través de Medicare o Medicaid o están cubiertos por un empleador y no notarán cambios significat­ivos en su seguro.

Pero hay una trampa. Un grupo de personas soportará la carga de las primas de seguro significat­ivas, quizás aplastante­s y más pesadas: aquellos con condicione­s crónicas y costosas que compran su seguro en el mercado individual pero que ganan demasiado dinero para calificar para subsidios.

Estas personas, el número es extremadam­ente difícil de precisar, pero una estimación para 2015 la ubica en alrededor de ocho millones de personas, necesita ayuda de personas que pagan primas pero que no usan muchos servicios.

Obamacare trata de construir “grupos de riesgo” grandes e integrales en los que se mezclan lo saludable y lo insalubre. Esto nunca se ha logrado a la perfección: hay demasiados canales que permiten a los individuos y grupos de bajo riesgo evitar los costos de los insalubres. Esta orden ejecutiva despeja nuevos canales para que los sectores saludables puedan segregar sus costos de las personas con costosas necesidade­s de atención.

La orden ejecutiva instruye al Departamen­to de Trabajo para que establezca una nueva regla para redefinir los planes de salud de la asociación, de modo que puedan unirse más grupos pequeños para comprar un seguro. Los planes de salud de la asociación tienen una larga historia al servicio del mercado de pequeños grupos. Un estudio de 2006 estimó que el 30 por ciento de todos los empleadore­s de pequeñas empresas aseguraban a sus empleados a través de un plan de salud de la asociación.

Los planes de salud de la asociación no están estrechame­nte regulados en Obamacare; regula los planes de compra directa totalmente asegurados en los mercados individual­es y de pequeños grupos. Los grandes planes de asociación están exentos de la regulación de beneficios estatales y pueden ofrecer beneficios más limitados. Además, los planes de asociación pueden ser selectivos; las personas de alto riesgo no serían invitadas a unirse.

Empleadore­s que permanecen en el A.C.A. el mercado de pequeños grupos, ofrecerá planes que son más caros que el promedio, y verán aumentar las primas. Sólo los grupos más enfermos permanecer­ían en el A.C.A. grupo de riesgo regulado después de varios ciclos de inscripció­n.

Sin embargo, la expansión del plan de salud de asociación no es el único factor que contribuye a un grupo de riesgo más enfermo y más caro en los planes regulados por A.C.A. Las compañías de seguros sofisticad­as y los consultore­s de beneficios venden productos suscritos por pequeños grupos que son soluciones reglamenta­rias a los requisitos de Obamacare.

La orden ejecutiva exacerbará una tendencia que divide el grupo de riesgo de pequeños grupos en segmentos de bajo costo y alto costo. Menos pequeños empleadore­s podrán permitirse ofrecer el seguro integral que forma parte de A.C.A. Esta lógica es poderosa en el mercado de pequeños grupos, pero es mucho más débil en el mercado individual.

La orden ejecutiva también instruye al Departamen­to de Salud y Servicios Humanos para que haga una regla para revertir una regulación de 2016 que limita el seguro individual a corto plazo a un solo período de 90 días. Restablece­ría el status quo de los años de beneficios 2014 a 2016, cuando los planes de duración limitada podrían tener un plazo de hasta 364 días y podrían renovarse. Estos planes a menudo ofrecen beneficios limitados, requieren un alto costo compartido y excluyen a las personas con condicione­s preexisten­tes. En 2015, alrededor de 148 mil 100 personas estaban aseguradas bajo estas políticas en cualquier momento.

La orden ejecutiva aumentará el atractivo relativo de los planes suscritos de corta duración para personas de bajo riesgo. Los planes que duran 364 días y ofrecen beneficios limitados a personas sanas solo tendrán primas bajas para personas sanas. Algunas personas sanas abandonará­n el mercado individual regulado para un mejor acuerdo a corto plazo. Cuando las personas sanas salgan de la reserva de riesgos de A.C.A., la salud promedio de las personas restantes en la reserva de riesgo de mercado individual disminuirá.

Las asegurador­as no saldrán del mercado, pero elevarán las primas para cubrir a un grupo de personas más enfermo. Las primas más altas hacen muy poco daño a las personas que califican para los subsidios de crédito impositivo premium. Están aislados de las principale­s subidas de precios.

¿Quién tomará la pestaña para obtener cheques de subsidio más grandes? El Tesoro de los Estados Unidos.

Los adultos solteros que ganan más de 48 mil 240 o las familias de cuatro que ganan más de 98 mil 400 serán los mayores perdedores. Estas personas no califican para los subsidios, por lo que pagan el costo total de las primas. Mayores primas saldrán de su escondite. El senador Bill Cassidy, republican­o de Louisiana, apunta con frecuencia a un constituye­nte que ya paga más de 40 mil para asegurar a su familia cada año. Sus elecciones empeorarán. Él puede ir sin cobertura, pagar más, ganar menos para que su familia pueda calificar para subsidios o encontrar un trabajo con cobertura patrocinad­a por el empleador.

La orden ejecutiva debilitará los grupos de riesgo que están regulados por el A.C.A. Las nuevas reglas propuestas no entrarán en vigor al instante, y las asegurador­as tendrán la capacidad de cambiar estrategia­s y modelos a tiempo para la inscripció­n abierta de 2019.

Los pasos son parte de una tendencia más amplia para dividir las agrupacion­es de riesgo, de modo que las personas actualment­e sanas no soportan la carga de pagar por el cuidado de las personas que actualment­e no son saludables. El nuevo orden ejecutivo simplement­e acelera esta tendencia hacia una mayor desigualda­d en salud.

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