ODISEA EN EL DESIERTO
Con ropa camuflajeada para no ser vistos y esponjas en los zapatos para no dejar huellas de su paso, los inmigrantes indocumentados continúan tratando de internarse a Estados Unidos por el desierto en la franja entre México y Nuevo México.
Deming, Nuevo México— Con agua, galletas, vestimenta camuflada y esponjas en los zapatos, fue como seis inmigrantes mexicanos dijeron haber pasado ocho días en el desierto al sur de Deming, intentando burlar a la Patrulla Fronteriza.
“Le pedí mucho a Diosito que no me pasara nada en el camino, mientras no nos maten, ni nos hagan nada y me regresen a mi pueblo estoy más que contento”, dijo Celestino Quiroz, de 27 años originario de Puebla.
Notablemente cansado, Quiroz no soltaba la única botella de agua que traía consigo y relató lo duro que fue su paso por el desierto en ese inusualmente cálido día de otoño, sobre todo cuando el guía los abandonó.
“Él venía con notros y luego ya no lo vi y no sabía qué hacer porque él era el que me iba a contactar con la gente que me iba a dar trabajo, pero se fue y sólo seguí a los demás”, comentó.
Según Quiroz eran un grupo de aproximadamente 18 personas, pero sólo seis se quedaron “juntos”, ya que los demás corrieron en diferentes direcciones.
El hombre que dejó en Puebla a su esposa y tres hijos aseguró que se atrevió a arriesgar su vida porque la situación en México “es difícil”, aunque en los últimos días de su odisea ya quería que lo encontraran los agentes.
“Me vine para acá porque quería hacer mi luchita trabajando, pero ya al último nomas estábamos viviendo de pura agüita y la verdad yo ya quería que nos encontraran”, explicó.
Los hombres fueron entrevistados por El Diario de El Paso durante un recorrido con agentes de la Patrulla Fronteriza que patrullan la porción de Nuevo México del amplio sector de El Paso.
Pagaron 2 mil pesos
Marco Antonio Rodríguez, otro de los inmigrantes detenidos por CBP, contó que el “coyote” les cobró 2 mil pesos para cruzarlos y que además los hicieron comprar ropa camuflada.
“Nos dijeron que con 2 mil (pesos) nos cruzaban y en la frontera compramos ropa del color del monte que para que no nos vieran, pero no sirvió de nada”, expresó Rodríguez.
El hombre de 41 años originario de Hidalgo, dijo que les habían prometido trabajo en el campo donde ganarían mucho más de lo que ganaban en México.
“Es la primera vez que me agarran. Yo venía a vivir el ‘sueño americano’ para darle una mejor vida a mi hija”, dijo.
Por su parte Silvestre García, también de Hidalgo aseguró que si él y más mexicanos se arriesgan a cruzar ilegalmente la frontera hacia Estados Unidos “es culpa del gobierno de México”.
“En México hay pura pobreza, uno se viene con la ilusión de darle algo mejor a sus hijos y a esto nos exponemos”, relató García.
El hombre se dijo molesto por haber sido detenido, ya que aseveró que venía a Estados Unidos a trabajar no a “hacer cosas malas”.
“En México se ganan 150 pesos mexicanos en la siembra y con eso no se come y menos mantienes a una familia. Uno viene a trabajar pero si pides un permiso te lo niegan”, mencionó García.
‘Caras vemos...’
A pesar de que los seis hombres detenidos por la Patrulla Fronteriza aseguraron que era la primera vez que cruzaban y que venían para “superarse”, al momento de ser procesados los agentes descubrieron que cinco de ellos ya habían sido deportados y que aparte contaban con historial criminal.
“Siempre que los detienen dicen que es su primera vez, que vienen a trabajar pero cuando les corremos las huellas digitales nos damos cuenta que no siempre es verdad, así como sucedió con este grupo”, dijo Oscar Cervantes, vocero de la Patrulla Fronteriza.
Cervantes dijo no poder revelar qué delitos individuales, pero compartió que uno de ellos tiene en su historial cargos que van desde agredir a un oficial de la ley hasta conducir ebrio en Estados Unidos.
“Cuando los detenemos nunca sabemos con quién estamos tratando, pero por la forma que venían vestidos (con camuflaje) podías darte cuenta que no era su primera vez”, señaló.
Y así pasó un típico día más en la frontera México-Estados Unidos.