Viajan paisanos a último minuto hacia México
son terminales de autobuses escenarios de emotivas despedidas
Para muchos mexicanos que viven en Estados Unidos y visitan a sus familias en México, el viaje no es por avión ni dura solamente un par de horas.
La travesía se hace por autobús y el viaje puede durar entre seis y 20 horas, dependiendo de cuántas paradas haga y cómo estén las aduanas y los retenes.
Durante todo este mes, en terminales de autobuses como la de El Paso-Los Angeles Limousine Express, en el Centro de la ciudad, se han observado ríos de gente esperando abordar los autobuses con destino a Chihuahua, Delicias, Cuauhtémoc y Torreón.
En la terminal de la calle Oregon –a escasas cuadras de los puentes internacionales Paso del Norte y Stanton–, unos se abrazan, en las mejillas de otros corren lágrimas y se respira una mezcla de tristeza y de alegría.
Los viajeros de los autobuses son hijos, hermanos, madres y padres que van a visitar ansiosos a sus familias, personas que van a una boda o a un funeral o aquellos trabajadores agrícolas que después de una temporada de trabajo en campos estadounidenses van a regresar a casa.
Parte de mi corazón se queda aquí. En El Paso tengo todos mis hijos, pero ya debo volver porque tengo a mi madre enferma”, dijo Patricia Rueda, de 50 años, quien vive en Torreón y había venido a El Paso desde el mes pasado para el nacimiento de su nieta, Bella Alejandra.
Ayer, Rueda iba rumbo a su tierra a bordo de un autobús, donde además de su madre, la espera un restaurante del cual es propietaria desde hace 16 años.
El viernes, en el estacionamiento de la terminal, Alicia y Hernando Pérez, de 70 años y 73 años, se encontraban entre un mar de maletas, de cajas cuidadosamente agrupadas.
La pareja vive en El Paso, donde además residen sus tres hijos, pero ahora van de visita a Delicias a ver a su hijo mayor y a sus cuatro nietos, con los que planean estar hasta el 2 de enero.
“Llegamos a este país hace más de 30 años. Vinimos a trabajar los campos de cebolla y aquí nos quedamos e hicimos familia. Uno de nuestros hijos se mudó a México cuando se casó. Así que tratamos de pasar una Navidad con los hijos acá y una allá con nuestro otro hijo en México”, dijo Alicia esperando tomar el camión que salía a las cuatro de la tarde del viernes.
“Son muchos los sentimientos encontrados que se pueden apreciar entre los viajeros, especialmente en estas fechas de festividades, cuando los sentimientos están a flor de piel. Hay muchas separaciones, pero también reencuentros de familiares, de esposos y de amigos”, dijo Christian Salcedo, administrador de la terminal de El Paso-Los Angeles Limousine, examinando la escena.
Durante el mes de diciembre, las 10 salidas diarias que ofrece EPLA desde El Paso a sus cuatro diferentes destinos en México viajan a su capacidad máxima de 50 pasajeros, sumando casi 500, quienes van llevando de una frontera a otra sueños, anhelos, problemas y dramas.
Por estos días, según administradores, también las rutas de EPLA dentro del país a Los Ángeles, Denver, Greeley, Albuquerque, Las Vegas, Phoenix y Deming registran lleno total. Desde El Paso a diferentes destinos nacionales se ofrecen 19 salidas diarias donde se calculan están viajando casi mil viajeros.
“Ahora en diciembre no hay un destino preferido. Todos son importantes y todos los autobuses van llenos de pasajeros. Para todos es importante reunirse con sus seres queridos y nosotros hacemos eso posible desde 1966”, dijo el administrador.