El texano que quiere derrocar a Ted Cruz
El congresista de El Paso, Beto O’Rourke, tiene pocas probabilidades de derrotar al actual senador republicano por Texas, Ted Cruz, publicó ayer The New York Times.
O’Rourke ha dicho que debe protegerse a los dreamers, que no debe construirse ningún muro en la frontera con un país amigo, que la universidad debe ser más barata, que las mujeres merecen acceso a servicios de salud reproductiva, que no a todos los musulmanes debe prohibírseles la entrada al país y que la prensa no es el enemigo de la ciudadanía.
O’Rourke es el favorito para ganar el mes próximo durante las primarias demócratas e ir contra Cruz. Pero dista mucho de resultar vencedor en noviembre. En Texas ningún demócrata ha ganado un cargo estatal de elección popular desde 1994.
El panorama es tan sombrío en el estado que los demócratas definen la victoria en términos de la magnitud de sus derrotas. En los discursos de O’Rourke se escucha el chiste de que casi convenció de votar por él a su madre, Melissa, quien es republicana.
Por si fuera poco, O’Rourke se ha negado a contratar asesores o encuestadores externos y que sólo aceptará donativos de personas físicas. No le interesa utilizar “big data”. Su enfoque es emotivo, a comparación de la fría precisión de Cruz y su estrategia de campaña se inspira parcialmente en su héroe político, Robert F. Kennedy.
Pero su discurso de ir contra el gigante tiene fuerza y hay indicios de que están funcionando sus tácticas anticampaña. Durante el último trimestre recaudó 2.4 millones de dólares, recibiendo aplausos cuando señala que dicho monto supera los 500 mil dólares recabados por Cruz.
Su teoría es que puede convencer en las zonas rurales de Texas -en parte- sólo con presentarse. Si logra reducir ahí los márgenes de Cruz y generar energía en los distritos urbanos y suburbanos, podría convertirse en el primer demócrata desde que en 1988 Lloyd Bentsen ganó un escaño texano en el Senado.