Detienen deportación a madre de niña con cáncer
Servicio de Inmigración le renueva permiso humanitario
María Elena de Loera fue citada a las 8 de la mañana en las oficinas del Centro de Detención del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, ubicado en el 8915 de la avenida Montana, para una audiencia con un oficial de Inmigración que determinaría su estancia en el país.
Con un gran temor y una inmensa expectativa de una posible deportación, la madre de Alía, una niña de 9 años que lamentablemente sufre de cáncer, salió con un rostro de esperanza después de que se le otorgara una suspensión de deportación por razones humanitarias.
Antes de ingresar a las instalaciones, la madre expresó que presentarse ante los oficiales de Inmigración sin saber realmente su destino, fue un paso difícil pero que la fe que sostiene la motivó para seguir adelante.
“Venir y hacer lo que Dios quiere y esperar a que ellos tengan algo positivo en mi caso”, dijo De Loera.
Después de poco más de una hora, la respuesta por parte de las autoridades fue que se le otorgaba una orden para detener su deportación como parte de una urgencia humanitaria.
Con otra semblanza totalmente diferente, con una mirada de esperanza, la madre salió de las oficinas de ICE con un respiro más que le ayudará a seguir con ese amor que impulsa a Alía a continuar en su jornada en la lucha por su bienestar.
“Estamos bien contentas porque nos dieron un año más, y en ese tiempo, pues para ella; su salud podrá continuar, podemos ir a los tratamientos, estar en revisión de su pierna que está recién operada, mírenla a ella, está bien feliz”, dijo De Loera.
Linda Rivas, abogada de inmigración que representa a De Loera, explicó que la solicitud de revisión del caso presentada fue recibida y aceptada por las autoridades migratorias permitiéndole quedarse a la madre un año más en el país. Sin embargo, agregó, la resolución definitiva está pendiente.
Alía, la hija más pequeña de De Loera, actualmente lucha contra dos tipos de cáncer, uno en los pulmones y otro en la boca; llegó a El Paso con su madre hace dos años, huyendo de la violencia en Ciudad Juárez tras el asesinato de su papá.
“Me siento muy contenta de que mi mamá se va a poder quedar conmigo”, expresó la menor, quien acompañó en todo momento a su madre en su visita al Centro de Detención de ICE en El Paso.
Debido los extensos tratamientos y la condición de su enfermedad, la menor tiene que ser internada constantemente en el Hospital Infantil de El Paso por lo que la sola idea de tener que dejar a su hija enferma aquí, dejaba en trozos el corazón de la madre.
En agosto del 2017, un permiso similar se le otorgó a De Loera tras la intervención y el apoyo de la Diócesis Católica de El Paso.
Durante su reunión con el oficial de inmigración, el obispo Mark J. Seitz acompañó personalmente a De Loera para definir su estancia en El Paso.
De igual forma, en esta segunda ocasión, se solicitó el apoyo del congresista y actual candidato al senado, Beto O’Rourke, quien, de acuerdo con Rivas, llamó personalmente al director de ICE en El Paso para abogar por el caso de la mamá de Alía.
Ahora, María Elena De Loera, en compañía de su pequeña podrá por lo menos tener otro año más de esperanza y recuperación en territorio estadounidense.
“Siempre confiando en Dios, él tiene la última palabra”, finalizó.