Abre ACLU sede aquí
Buscan reafirmar lucha contra problemas civiles y de violación a los derechos humanos en la región
Esta semana el Centro Regional de Derechos Fronterizos (RCBR) de la Unión de Libertades Civiles (ACLU) celebró la inauguración oficial de su sede en El Paso.
Desde septiembre del año pasado ACLU comenzó su reubicación desde Las Cruces, Nuevo México, donde estará pero ahora con menor presencia para continuar prestando sus servicios a los residentes del sur de ese estado dijo Imelda Mejía portavoz de la unión.
“ACLU ha estado activa durante mucho tiempo en El Paso, pero no había tenido personal permanente en la ciudad. Eso cambiará ahora que RCBR que está”, dijo Terri Burke, directora ejecutiva de la ACLU de Texas.
“Durante la última década RCBR ha establecido una presencia fuerte e influyente en el sur de Nuevo México que continuará. El traslado a una importante base de operaciones metropolitana como El Paso nos permitirá expandir esa presencia e influencia para proteger mejor los derechos civiles y las libertades de los residentes fronterizos”, añadió.
De acuerdo a las directivas la presencia en El Paso de RCBR es de suma importancia especialmente por la retórica anti-inmigrante que vive el país, así como los perfiles raciales y las redadas que están en aumento en comunidades fronterizas.
Peter Simonson, director ejecutivo de la ACLU de Nuevo México, dijo que “al fortalecer la presencia de RCBR en El Paso se espera que la oficina pueda expandir su impacto y reclamar un perfil más alto en el debate nacional para responsabilizar a los agentes fronterizos”.
El Paso es epicentro de las actividades de control fronterizo y de todos los problemas civiles y de derechos humanos que esto conlleva, así que Simonson considera que RCBR llega en un momento oportuno dado las amenazas de la nueva administración para construir un muro fronterizo y expandir dramáticamente la dotación de personal para las agencias fronterizas.
Desde el 2006 cuando RCBR llegó a Las Cruces, en anticipación a crecientes conflictos por los derechos civiles a lo largo de la frontera, ha tenido varios logros entre ellos la publicación de un manual reformado del uso de la fuerza por parte Aduanas y Protección de Fronteras (CBP), la implementación de reformas a las investigaciones de asuntos internos de CBP que aumentan la transparencia a través de informes públicos y la creación de las primeras normas que rigen el tratamiento de las personas bajo custodia a corto plazo por parte de los agentes fronterizos.
Igualmente la oficina en el sur de Nuevo México trabajó en un acuerdo que le exige al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) tomar todas las medidas posibles para devolver las pertenencias personales a los inmigrantes deportados durante su proceso de repatriación.