Busca EU llegar a acuerdo sobre NAFTA, pero sin ceder terreno
Entre otros problemas, fabricantes de autos consideran muy costosas y complicadas la normas propuestas
Washington— El Gobierno de Trump está presionando para alcanzar un acuerdo sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA) para principios de mayo. Sin embargo, su renuencia a ceder en propuestas polémicas cuyo propósito es que las operaciones de manufactura regresen a Estados Unidos podría complicar las posibilidades de tener éxito para esa fecha.
El Gobierno no ha moderado de forma significativa su postura en cuanto a las nor- mas que deberán cumplir los fabricantes de automóviles para no estar sujetos a aranceles conforme al NAFTA, según una síntesis de la propuesta de Estados Unidos que revisó The New York Times. Si bien el Gobierno eliminó un requisito sobre el porcentaje del automóvil que debe estar hecho en Estados Unidos, añadió otras reglas cuyo cumplimiento, de acuerdo con los fabricantes de automóviles en América del Norte, resultaría muy costoso y complicado.
Esta propuesta está causando problemas en las conversaciones con Canadá y México, que se habían animado y comenzaban a mostrar señales de avance tras meses de negociaciones estancadas. No obstante, después de las conversaciones que sostuvieron los principales negociadores la semana pasada, funcionarios de ambas partes consideran que la meta del Gobierno estadounidense de anunciar un acuerdo esta misma semana es demasiado ambiciosa.
Algunos miembros del Gobierno habían estado ejerciendo presión para que se hiciera el anuncio durante el viaje del presidente Donald Trump a Perú este fin de semana para asistir a la Cumbre de las Américas, en el cual se esperaba que Trump apareciera al lado de los gobernantes de Canadá y México.
El 10 de abril, la Casa Blanca anunció que el presidente cancelaba ese viaje para concentrarse en el conflicto que se está agravando en Siria. Ahora, los negociadores afirman que pretenden concluir el acuerdo para mayo.
Los funcionarios del Gobierno estadou– nidense tienen mucho interés en concluir las negociaciones pronto, principalmente porque deben asegurar un acuerdo a más tardar en mayo si quieren tener tiempo suficiente para que el NAFTA modificado sea aprobado por el actual Congreso de Estados Unidos de mayoría republicana. Algunos asesores comerciales creen que la posibilidad de que los demócratas retomen el control de la Cámara de Representantes tras las elecciones intermedias de noviembre podría poner en riesgo la aprobación del acuerdo de Trump para el NAFTA en el Congreso, puesto que muchos demócratas se oponen al Tratado.
México celebrará elecciones presidenciales el 1 de julio, lo cual podría complicar las conversaciones si un partido político distinto al gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) llega al poder. Los asesores comerciales del Gobierno de Trump deben lidiar además con el conflicto con China, que ha empeorado e incluso puede llegar a convertirse en una guerra comercial.
El 9 de abril, Trump señaló que Estados Unidos estaba “muy cerca” de lograr un acuerdo sobre el NAFTA, aunque también reiteró su amenaza de retirarse del pacto si no se logra un nuevo acuerdo.
El interés del Gobierno estadounidense por resolver pronto el asunto del NAFTA podría dar más ventajas a Canadá y México. Algunos expertos comerciales opinan que ahora parece más probable alcanzar un acuerdo sobre el Tratado de lo que había parecido en meses, ya que Estados Unidos está bajo presión para concluir las conversaciones y por lo menos ha ofrecido propuestas distintas. Sin embargo, Estados Unidos no está cediendo mucho terreno. Según los observadores, es necesario realizar mayores concesiones para alcanzar un acuerdo y éstas podrían presentarse en los momentos finales.
Antonio Ortiz Mena, un ex diplomático que representó a México en Estados Unidos, comentó que le parece posible que los negociadores lleguen a un acuerdo en las próximas semanas si están dispuestos a hacer concesiones. Sin embargo, agregó: “Creo que la mayor amenaza para el NAFTA es que Estados Unidos sobrestime su posición y no muestre suficiente flexibilidad”.
La disposición del NAFTA sobre la industria automotriz ha sido una de las más polémicas, ya que es un tema principal para Trump y es muy importante para la economía de los tres países.
Los negociadores estadounidenses eliminaron una exigencia previa consistente en que la mitad del valor de un automóvil estuviera hecho en Estados Unidos para poder obtener la exención de aranceles conforme al NAFTA. En su lugar, ahora piden que un porcentaje no especificado de cada vehículo esté hecho por trabajadores con un salario mínimo promedio establecido para la industria norteamericana, y que éste se recalcule cada año.
Otras partes de la propuesta no se han modificado, o añaden más normas.