Entre escándalos, renuncia a Trump director de la agencia ambiental, la EPA
Scott Pruitt, está siendo investigado por derroche de fondos públicos y acusaciones de favores personales
Washington — Scott Pruitt, el ex procurador general de Oklahoma, quien de manera impecable defendió las promesas del presidente Donald Trump de desregulación en la Agencia para la Protección del Medio Ambiente (EPA), renunció el jueves luego que una cascada de controversias en torno sus fastuosos gastos, faltas a la ética y controversiales decisiones administrativas finalmente erosionaran la confianza del presidente en uno de sus más fervientes miembros del gabinete.
La reputación de Pruitt, como un obstinado desregulador y notorio adepto del presidente, le permitió soportar a una letanía de escándalos éticos en meses recientes, incluyendo dudas sobre si utilizó dinero de los contribuyentes para costearse viajes de primera clase, la renta de un condominio de un cabildero en Washington, y la instalación de una cabina telefónica a prueba de ruido, de 43 mil dólares, en su oficina.
Pero las revelaciones de su comportamiento continuaron acumulándose, incluyendo reportes de que en repetidas ocasiones les dejó como encargo a sus subordinados que le ayudaran a buscar una casa, le reservaran vuelos personales e incluso que le ayudaran a conseguir un trabajo que pagara un millón de dólares para su esposa. Dicha búsqueda incluyó programar una llamada telefónica con los ejecutivos de Chick Fil-A, en la que discutió sobre la posibilidad de ella se convirtiera en concesionaria de la empresa, así como también entablar contacto con un grupo judicial, el cual eventualmente contrató a Marlyn Pruitt.
En semanas recientes, un éxodo de empleados de confianza dejó a Pruitt cada vez más aislado, y algunos legisladores republicanos, que una vez le fueron leales, le mostraron su hastió al tener que defenderlo. Los investigadores en el Capitolio citaron a actuales y ex auxiliares de la EPA para ser interrogados, como parte de más de una docena de indagatorias federales en torno a los gastos de Pruitt y la administración de la agencia.
El jueves, Trump llamó al asistente de Pruitt, Andrew Wheeler, para informarle que él tendría que asumir la jefatura de la agencia, de acuerdo con una persona que habló bajo condición de anonimato debido a lo delicado del asunto.
Poco después, Trump anunció en un tuit que había aceptado la renuncia de Pruitt.
“Acepté la renuncia de Scott Pruitt como administrador de la Agencia para la Protección del Medio Ambiente”, según Trump tuiteó. “Dentro de la agencia, Scott realizó un extraordinario trabajo, y siempre me sentiré agradecido con él por esto.
Wheeler, un ex miembro del personal del Senado y empleado de la EPA que pasó la última década representando a las compañías del carbón, la minería y otros energéticos, asumirá la jefatura de la agencia el lunes, según tuiteó Trump.
A manera que el escrutinio de Pruitt se incrementó en meses recientes, Trump en un inicio intentó defender a su jefe de la EPA. El presidente tuiteó a comienzos de abril que él estaba “haciendo un gran trabajo”, a pesar de las revelaciones de la renta de un condominio por 50 dólares la noche de un cabildero, enormes aumentos para auxiliares de alto rango y docenas de vuelos de primera clase y costosos viajes financiados con dinero de los contribuyentes.