Casi 500 menores migrantes siguen separados de sus padres
Washington— Más de un mes después de vencerse el plazo judicial para que el Gobierno reuniera a las familias que resultaron divididas con las medidas fronterizas implementadas por el presidente Trump, casi 500 menores permanecen sin sus padres en albergues financiados por el Gobierno federal, de acuerdo con documentos procesales presentados la noche del jueves.
Activistas y funcionarios gubernamentales consideran que podrían pasar semanas, meses o más tiempo antes de que todos estén reunidos.
Casi el 66 por ciento de los 497 menores que siguen bajo resguardo –incluyendo 22 de menos de cinco años– tienen padres que han sido deportados, en su mayoría durante las primeras semanas de la política de “cero tolerancia” de Trump.
Sus abogados están localizando a los padres en sus países de origen para preguntarles si desean que se regrese a los menores o si prefieren que éstos continúen en Estados Unidos a fin de que prosigan sus propios trámites inmigratorios. Al mismo tiempo, los abogados están intentando traer de vuelta a algunos de los padres deportados con el propósito de pedir permiso para radicar en Estados Unidos.
Otros padres aún son sujetos de investigaciones, o no califican para las reunificaciones debido a encontrarse bajo resguardo –en ciertos casos por delitos menores o con años de antigüedad.
Funcionarios gubernamentales dicen estar actuando con la mayor celeridad posible, no obstante las impugnaciones legales y la logística complicada –incluyendo docenas de niños que funcionarios aseguran quieren irse a su casa para estar con sus papás pero no han sido enviados a raíz de la orden judicial temporal que prohíbe sean deportados.
El Gobierno espera reunir eventualmente a todas las familias, a menos que los padres representen un peligro para la seguridad o decidan que sus hijos deben pedir asilo en Estados Unidos. Probablemente los menores en dichas circunstancias cuenten con parientes u otros avales con quienes vivir, dicen funcionarios. De no ser así, podrían ir a dar a hogares sustitutos.
Los expertos consideran que los meses que los menores han pasado alejados de sus familias pueden provocarles daños emocionales permanentes.
“Estoy muy preocupada por la salud mental y el bienestar a largo plazo de estos niños”, dijo Christie Turner, subdirectora de Servicios Legales en Niños en Necesidad de Defensa, que brinda abogados a los menores inmigrantes. “¿Cuánto daños se les está haciendo?”.
Abogados gubernamentales señalaron en documentos procesales haberse puesto en contacto prácticamente con los 332 padres deportados cuyos hijos continúan bajo resguardo en Estados Unidos. Pero la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles informó no haber podido comunicarse hasta con 80 padres, en muchos casos debido a que la información era “no servía o era insuficiente”.