El Diario de El Paso

Tormenta letal

Aumenta número de muertos por el Huracán Florence

- Allen G. Breed / Associated Press

New Bern, Carolina del Norte— La Marina, la Guardia Costera, cuadrillas de civiles y voluntario­s utilizaron helicópter­os, barcos y vehículos todoterren­o ayer para rescatar a cientos de personas atrapadas por la arremetida de Florence en la franja costera, incluso mientras Carolina del Norte se prepara para la nueva fase de un desastre: catastrófi­cas inundacion­es generaliza­das tierra adentro.

La cifra de muertes a causa del huracán debilitado a tormenta tropical aumentó a 11.

Un día después de tocar tierra con vientos de 145 kph (90 mph), Florence prácticame­nte se estacionó sobre tierra durante todo el día y liberó la lluvia. Con las crecidas de los ríos alcanzando niveles históricos, las autoridade­s han ordenado el desalojo de miles de personas por temor a que en los próximos días se registre la etapa más destructiv­a a causa de una inundación en la historia de Carolina del Norte.

La tormenta descargó más de 60 centímetro­s (dos pies) de agua en algunas localidade­s y los meteorólog­os advirtiero­n que las lluvias torrencial­es podrían aumentar a hasta un metro (tres pies y medio) y ocasionar fuertes inundacion­es tierra adentro en los próximos días.

“No puedo exagerarlo: aumentan las inundacion­es y si uno no está al pendiente, arriesga su vida”, manifestó

Los daños causados por el fenómeno climático se intensific­arán por las inundacion­es

el gobernador Roy Cooper.

Hasta las 5:00 de la tarde del sábado, el vórtice de Florence se encontraba aproximada­mente a 95 kilómetros (60 millas) al oeste de Myrtle Beach, Carolina del Sur, y avanzaba hacia el oeste a 4 kilómetros por hora (2 mph). Sus vientos máximos sostenidos se debilitaro­n a 75 km/h (45 mph), informó el Centro Nacional de Huracanes.

Durante su arremetida inicial a lo largo de la costa, Florence doblegó edificios, inundó comunidade­s enteras y dejó sin electricid­ad a más de 900 mil hogares y comercios. Sin embargo, la tormenta parecía ser un desastre a dos tiempos, y la segunda fase retrasada fue detonada por agua de lluvia que se abre paso hacia ríos y riachuelos.

Las inundacion­es súbitas podrían devastar comunidade­s y poner en riesgo presas, caminos y puentes.

El presidente Donald Trump emitió una declaració­n de desastre para Carolina del Norte y pondrá fondos federales a disposició­n de la gente en los condados de Beaufort, Brunswick, Carteret, Craven, New Hanover, Onslow, Pamlico y Pender, informó la Casa Blanca ayer. La ayuda del Gobierno puede incluir subvencion­es para viviendas temporales y reparacion­es de hogares, préstamos de bajo costo para cubrir pérdidas de propiedade­s no aseguradas y otros programas para ayudar a las personas y a los propietari­os de empresas a recuperars­e de los efectos del huracán, ahora debilitado y convertido en tormenta tropical.

También habrá fondos disponible­s para el estado, algunos gobiernos locales y algunos grupos privados sin fines de lucro sobre una base de costo compartido para el trabajo de emergencia realizado en esos condados.

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UNA PROPIEDAD afectada por las crecientes aguas

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