Rompe récord cruce de familias migrantes
Políticas disuasorias de Trump no frenan flujo en la frontera
Washington—Elnúmero de padres migrantes que entran a Estados Unidos con sus hijos ha aumentado a niveles récord en tres meses desde que el presidente Donald Trump dio por terminada la política de separación de familias en la frontera. La administración está lidiando con una profunda crisis tres semanas antes de las elecciones de medio término.
Agentes de la Patrulla Fronteriza arrestaron a 16 mil 658 familias en el mes de septiembre, siendo el total más alto en un mes del que se tenga registro, representando un incremento del 80 por ciento respecto a julio, de acuerdo con estadísticas no publicadas del Departamento de Seguridad Interna que fueron obtenidas por The Washington Post.
“Diariamente nos sentimos abrumados”, comentó un agente de la Patrulla Fronteriza del sur de Texas, quien habló de manera anónima debido a que no está autorizado para hacer comentarios a los medios de comunicación.
Washington— Grandes grupos de 100 o más padres centroamericanos y sus hijos han estado cruzando el Río Grande y los desiertos de Arizona para entregarse voluntariamente, argumentando que tienen temor de regresar a su país. Usualmente a las familias les asignan una fecha para presentarse en la corte y son liberados de la custodia.
Después de haber prometido durante su campaña que detendría la inmigración ilegal y construiría un muro fronterizo, Trump enfrenta actualmente un desafío parecido a una espiral en la que no existen soluciones rápidas.
El incremento en el número de arrestados –y una nueva caravana de migrantes centroamericanos que se dirigen hacia el norte– lo ha dejado furioso, según dijeron asesores de la Casa Blanca.
Trump ha estado recibiendo actualizaciones constantes sobre las cifras de inmigrantes en la frontera, y le ha dicho a su asesor de alta jerarquía en política, Stephen Miller, y al jefe de gabinete John Kelly, que algo tiene que cambiar, según funcionarios de alto rango de la administración.
Los asesores, incluyendo a Miller y Sarah Huckabee Sanders, continuamente le han dicho al presidente que muchos de los niños que cruzan la frontera están siendo contrabandeados ilegalmente, y que se están aprovechando de Estados Unidos.
La ira del presidente provocó que presionara una vez más para reinstalar alguna forma de la política de separación de familias, ya que cree que es la única cosa que ha funcionado, a pesar de la controversia que desató.
Un funcionario de alto rango afirmó que la separación fue detenida para tranquilizar la furia política, pero terminó enviando una “clara señal” de que las personas podían cruzar, agregando que “actualmente estamos abrumados con esa situación”.
Estrategas del Partido Republicano que están trabajando en las elecciones de medio término dijeron que la separación de familias es lo peor que puede suceder en un momento en que se están haciendo encuestas sobre la Presidencia, mientras que restituir la separación de familias podría hundir los números de los republicanos, quienes están teniendo problemas con muchas competencias cerradas.
Trump sigue criticando a la secretaria de Seguridad Interna, Kirstjen Nielsen, y le ha pedido al secretario de Estado Mike Pompeo que trate de convencer a México para que imponga medidas más severas contra los inmigrantes centroamericanos al cruzar la frontera sur, insertando el tema de las negociaciones comerciales que se están haciendo.
Un funcionario de alto rango del Departamento de Seguridad Interna dijo este miércoles que Nielsen continúa liderando sus pláticas con mandatarios centroamericanos sobre los problemas de inmigración y ha tenido un contacto constante con el Gobierno mexicano y el equipo de transición del presidente electo Andrés Manuel López Obrador, quien asumirá el cargo el 1 de diciembre.
En esta semana Trump ha estado atacando a la nueva caravana de 2 mil migrantes, mayormente procedente de Honduras, quienes cruzaron Guatemala este lunes, presionando para que se vuelvan a instalar bloqueos policíacos.
El martes Trump amenazó con eliminar la ayuda a Guatemala, Honduras y El Salvador si sus gobiernos “permiten que sus ciudadanos, u otras personas, crucen sus fronteras hacia el norte, rumbo a Estados Unidos”.
Trump urgió a los candidatos del Partido Republicano para que hagan campaña sobre ese tema a través de un tuit que publicó este miércoles por la mañana. “Es difícil creer que miles de personas del sur de la frontera avancen sin ningún impedimento hacia nuestro país en grandes caravanas y que los demócratas no aprueben una legislación que permita promulgar leyes para proteger a nuestro país. ¡Es un gran problema para los republicanos en las elecciones de medio término!”, escribió.
Las cifras más recientes del Departamento de Seguridad Interna muestran que 107 mil 212 “familias” fueron tomadas bajo custodia durante el año fiscal del 2018, superando la anterior cifra alta de 77 mil 857 personas, registrada en el 2016.
Ha habido varias reuniones de alto rango en la Casa Blanca acerca de esas cifras, según dijeron funcionarios de la administración, en donde Miller ha canalizado la frustración del presidente.
Miller está presionando para que haya una postura más agresiva, incluyendo cambios en los puertos de entrada de Estados Unidos que podrían hacer más difícil que puedan ser admitidos los centroamericanos que buscan asilo.
Otra opción que está siendo considerada, conocida como “una opción binaria”, podría consistir en detener a las familias de migrantes juntas y darle a los padres una opción: quedarse en las cárceles para inmigrantes en compañía de sus hijos durante meses o años mientras se procesan sus casos de asilo, o permitir que sus hijos sean asignados a un albergue del Gobierno, mientras un pariente o tutor puede solicitar la custodia.
Algunos funcionarios de Seguridad Interna siguen cautelosos sobre esa propuesta y el posible revés que podría provocar, además de que no cuentan con espacio en los centros de detención para alojar a una oleada récord de padres e hijos que están cruzando a Estados Unidos.
El Departamento de Inmigración y Aduanas (ICE) tiene aproximadamente 3 mil 300 camas en tres centros de detención, sin embargo, se está quintuplicando el número de padres e hijos que están cruzando mensualmente. El volumen está abarrotando las estaciones de la Patrulla Fronteriza y ha provocado liberaciones masivas.
Aunque el Valle del Río Grande en el sur de Texas sigue siendo el corredor más concurrido para los cruces ilegales, en las últimas semanas agentes de la Patrulla Fronteriza han registrado un nuevo incremento en el sur de Arizona.
Camiones cargados con padres migrantes y sus hijos están siendo dejados en las iglesias y organizaciones de caridad por el ICE, que tiene poco espacio en los centros de detención para las familias y mujeres embarazadas.
Las cifras más recientes del Departamento de Seguridad Interna muestran que los agentes estadounidenses realizaron 396 mil 579 arrestos a lo largo de la frontera con México durante el año fiscal del 2018, lo cual significa un 30 por ciento de incremento respecto al mismo período del 2017, cuando la migración ilegal disminuyó a una cifra baja en 56 años.