Se declara en quiebra Diócesis de Santa Fe
Indemnizaciones por abusos sexuales minan finanzas
Albuquerque, NM— La Arquidiócesis de Santa Fe anunció ayer jueves que pronto se declarará en quiebra, ya que la Iglesia Católica en Nuevo México ha resuelto numerosos reclamos de abuso sexual por parte del clero a lo largo de los años y está a punto de agotar sus reservas.
De acuerdo con abogados que representan a la arquidiócesis, unas 20 diócesis y otras órdenes religiosas en Estados Unidos han solicitado protección por bancarrota como resultado de reclamos de abuso sexual por parte de clérigos.
El arzobispo John Wester dijo que había contemplado la acción durante años, pero que la arquidiócesis había alcanzado un punto de inflexión y quería asegurarse de que habría recursos para compensar a las víctimas.
Albuquerque, NM— “Quiero dejar claro que nuestra principal preocupación son las víctimas de abuso sexual y nuestro deseo es hacer todo lo posible para proveer su compensación”, dijo a los periodistas. “La reorganización nos ayuda a proporcionar de manera equitativa, especialmente para aquellos que podrían presentarse en el futuro, así como para aquellos que ya han dado el paso valiente de hacer un reclamo”.
Wester reconoció un ambiente tenso, poniendo de ejemplo a la investigación de abuso sexual del clero en Pensilvania y otros casos que han atraído la atención nacional. Dijo que la arquidiócesis tiene alrededor de tres docenas de casos y que probablemente habrá más.
Ordena fiscal cateos
El anuncio se produjo cuando la Oficina del Fiscal General del Estado presentó un par de órdenes de cateo el miércoles en busca de documentos relacionados con dos ex sacerdotes de Nuevo México que habían sido acusados de manera creíble de abusar sexualmente de niños.
Publicadas el jueves, las órdenes describen en detalle los abusos sexuales que sufrieron los niños hace años a manos de los dos sacerdotes.
Las órdenes se basaron en las declaraciones de dos víctimas no identificadas y un informante confidencial que proporcionó datos sobre el hecho de que la Iglesia no cumplió con los acuerdos y dio ultimátums a las víctimas. Esto incluía amenazas de interrumpir el tratamiento pagado si las víctimas acudían a las autoridades con sus reclamos o buscaban ayuda de médicos que no eran referidos por la Iglesia.
Buscan transparencia
Brad Hall, un abogado que ha representado a más de 100 víctimas del abuso de clérigos católicos en Nuevo México, dijo que el sistema de bancarrota podría ayudar a los sobrevivientes a lograr la conclusión de sus casos y obtener mayor transparencia.
Al llamar a la arquidiócesis uno de los epicentros del abuso sexual del clero en el país, Hall sugirió que la petición de bancarrota no tiene que ver con dinero, sino más bien con detener las reclamaciones futuras y tratar de controlar el acceso a registros anteriores.
Nuevo México tiene una larga historia de abuso sexual por parte del clero porque muchos sacerdotes de todo el país fueron enviados al estado en la década de 1960 para recibir tratamiento para la pedofilia. Las víctimas, los abogados y los documentos de la Iglesia muestran que los sacerdotes fueron asignados posteriormente a parroquias y escuelas de todo el estado.
A lo largo de los años se produjeron numerosos juicios, y la Iglesia se vio obligada durante la década de 1990 a comenzar a abordar públicamente el problema.
Wester describió algunos de los cambios que se realizaron, desde la adopción de una política de tolerancia cero y el establecimiento de una junta de revisión independiente hasta la necesidad de verificaciones de antecedentes y capacitación periódica. También dijo que la Iglesia ha hecho todo lo posible para brindar apoyo y sanidad a quienes han sido perjudicados por el abuso.
‘Una tragedia’
Los jerarcas de la Iglesia no pudieron calcular de inmediato cuántos millones de dólares se han pagado para resolver reclamos.
“Es una tragedia que esto haya ocurrido en primer lugar”, dijo, y agregó que cree que la reorganización del Capítulo 11 de la Ley de Bancarrota es una buena manera de avanzar y tendrá el resultado más prometedor para todos.
Como parte del proceso, los abogados dijeron que los sobrevivientes que han presentado reclamaciones estarán representados en el tribunal de bancarrotas y se enviará un aviso a aquellos que aún no han presentado las reclamaciones. Una vez que se hayan presentado todos los reclamos, la arquidiócesis intentará llegar a un acuerdo colectivo con todos los demandantes, un proceso que podría llevar un año o más.
En cuanto a las reclamaciones futuras, el tribunal puede aprobar una cantidad que se reservaría en un fondo especial para que las víctimas tengan acceso.
Implican a dos sacerdotes
La arquidiócesis fue la primera en anunciar el miércoles que había proporcionado a la Oficina del Fiscal General del Estado registros relacionados con los ex sacerdotes Marvin Archuleta y Sabine Griego. Ambos están en la lista de la arquidiócesis de miembros del clero que han sido acusados creíblemente de abusar sexualmente de niños.
Los funcionarios de la Iglesia dijeron que su personal continuaría cooperando con los fiscales y la Policía, pero los fiscales dijeron que los registros solo se proporcionaron después de entregar una orden de registro.
El procurador general del Estado, Héctor Balderas, en una carta acusó al equipo legal de la arquidiócesis de retrasar y crear barreras a los registros que él describió como vitales para su investigación. Wester negó esa acusación. (Susan Montoya Bryan / Associated Press)