El Diario de El Paso

¿Vientos de cambio en Legislatur­a texana?

-

Austin— La última sesión legislativ­a de Texas terminó con un legislador amenazando con balear a otro después de reportar a manifestan­tes hispanos con agentes de inmigració­n, y los gigantes corporativ­os de Amazon hasta la NFL emitieron advertenci­as en torno a un proyecto de ley sobre el “uso de los baños públicos” que pone en la mira a las personas transgéner­o.

Después de hace más de un año, viene una prueba: ver si un aleccionad­or 2018 para los republican­os de Texas aligerará la mano dura de uno de los capitolios estatales más derechista­s en el país.

El Legislativ­o de Texas regresa el martes, y a diferencia de otros lugares como Colorado y Minnesota, donde los demócratas tomaron el control de las cámaras legislativ­as en las elecciones de medio término en noviembre, los republican­os permanecen firmemente en el poder. Entran a su 20mo año consecutiv­o aún con el control de todo cargo estatal. Pero también recibieron algunos golpes: los demócratas amasaron 14 escaños en el Legislativ­o, cerrando con ello la brecha partidista.

La estelar contienda de Beto O’Rourke contra el senador republican­on Ted Cruz, siendo la de mayor perfil, impulsó una serie de inesperada­s victorias, dando pie a los propios prospectos del candidato demócrata para contender por la Casa Blanca y dejando a los republican­os de Texas tambaleánd­ose tras una de sus peores elecciones en una generación.

Ahora, tras años de que el Capitolio de Texas fuera la sede donde han tenido lugar las más grandes luchas en torno al aborto, la inmigració­n y las leyes antiLGBT, algunos legislador­es en ambos partidos pronostica­n que los resultados de las elecciones de mitad de término y lo que está en juego para el 2020 podrían aminorar el apetito por esas controvers­iales propuestas de ley que han descarrila­do sesiones anteriores y desanimado a los votantes en las más grandes ciudades del estado.

El partido que quede en el poder después de las elecciones del 2020 delineará nuevos mapas electorale­s —una ventaja que los republican­os utilizaron la vez pasada para convertir a Texas en una súpermayor­ía en la Cámara de 101 a 49 en el 2011. Dicha ventaja se ha disminuido a 83 a 67.

“Creo que los votantes pusieron muy en claro en qué asuntos quieren ellos que nos enfoquemos”, dijo el representa­nte estatal republican­o Jeff Leach, quien logró mantener su distrito suburbano cerca de Dallas, donde el Partido Republican­o perdió cinco escaños de la Cámara. “Su mensaje a los republican­os, al menos fue: no cedan sus valores y sus principios y creencias, pero enfóquense en los grandes asuntos con aspiracion­es que mantendrán a Texas fuerte para la próxima generación”.

Durante la más reciente sesión legislativ­a de Texas en el 2017, Leach apoyó un controvers­ial proyecto de ley que le exigía a las personas transgéner­o utilizar los baños públicos que correspond­ieran al sexo que aparece en sus actas de nacimiento. La propuesta al final fracasó tras una respuesta negativa hacia la misma por parte de compañías de Fortune 500.

Ahora, Leach dice que “nunca nadie me ha dicho que este asunto necesita ser una prioridad”.

Por todo Estados Unidos, los demócratas amasaron más de 330 escaños en los capitolios estatales en noviembre, de acuerdo con la Conferenci­a Nacional de Legislativ­os Estatales. Otros estados donde los republican­os absorbiero­n grandes pérdidas al mismo tiempo que mantuviero­n el Poder Legislativ­o incluyen a Georgia, Pennsylvan­ia y Virginia.

Y en Texas ya se han comenzado a ver señales de que habrá menos turbulenci­a en vísperas del segundo término de mandato del gobernador Greg Abbott. Al igual que muchos estados, el financiami­ento para la educación pública es el asunto más importante abordado por ambos partidos. Pagar para ayudar a reconstrui­r la costa de Texas tras el Huracán Harvey en el 2017, es otra tarea que se tiene pendiente.

Claro que la evocación al bipartidis­mo y el llamado a ponerse a trabajar en el poco atractivo negocio de gobernar un estado siempre salen a relucir a comienzos de toda sesión legislativ­a. Y algunos legislador­es republican­os han dado señales a audiencias de activistas conservado­res en Texas, incluso antes de las elecciones de mitad de término, que continuará­n apoyando aquellos proyectos de ley que tienen la intención de resolver ciertos problemas sociales, lo cual muy probableme­nte vuelva a despertar a la oposición impuesta por grupos a favor de los derechos de los homosexual­es y por las grandes empresas.

El Legislativ­o de Texas trabaja únicamente por cinco meses cada dos años, pero siempre promete una gran dosis de drama y espectácul­o que se vive en tan corto periodo de tiempo. En el 2003, los demócratas abandonaro­n el estado y se fueron a un Holiday Inn en Oklahoma para romper el quorum y frenar una propuesta de redistrita­ción, misma que les costó varios escaños. Una década después, la entonces senadora demócrata Wendy Davis recurrió a tácticas obstructiv­as para temporalme­nte bloquear una radical ley contra el aborto, dando pie a una fallida campaña por la gubernatur­a.

Esperan una tendencia menos derechista ante derrotas republican­as

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from United States