A un mes de la muerte de Jakelin, aún no hay autopsia
La niña de 7 años falleció en custodia de la Patrulla Fronteriza
Aun mes de la muerte de Jakelin Caal, la niña guatemalteca que falleció en custodia de la Patrulla Fronteriza (USBP), la oficina del Médico Forense en El Paso asegura que aún no tiene los resultados de la autopsia.
La incertidumbre de no saber qué fue exactamente lo que provocó la muerte de Jakelin de tan solo siete años, invade no solo a los familiares de la menor, sino también al Cónsul de Guatemala en Del Río.
“Seguimos en espera de los resultados, entendemos que las autoridades forenses están haciendo su trabajo pero reiteramos que para nosotros es importante con esos resultados lo antes posible”, dijo Tekandi Paniagua.
Jakelin fue detenida junto con su padre Nery Gilberto Caal Cruz, de 29 años y un grupo de 163 migrantes en una zona desértica al sur de Lordsburg, Nuevo México.
la noche del 6 de diciembre de 2018. Pero durante la magruda del 7 de diciembre, mientras era traslada a la estación UBSP en Lordsburg, a unas tres horas de distancia de donde fue detenida, la menor comenzó a vomitar y convulsionarse.
Después de resucitarla dos veces en la estación, la niña fue traslada al Hospital Infantil Providence en El Paso, donde luego de sufrir un paro cardiaco, lamentablemente murió al día siguiente.
Un reporte emitido por parte de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), indicaba que una serie de estudios revelaron que Jakelin presentaba insuficiencia hepática e inflamación cerebral, esto no ha sido confirmado por el médico forense.
Tras la muerte de la niña guatemalteca, Aarón Hull, jefe de USBP Sector El Paso aseguró que se hará una investigación para verificar que los uniformados hayan seguido el protocolo.
“Nuestros agentes son seres humanos, son padres y hermanos como cualquier otra persona y nos tomamos la protección de la vida muy enserio, e incluso se llegan a poner en riesgo ellos mismos para proteger la vida de las personas que están en nuestra custodia”, dijo Hull en su momento.
Por su parte, legisladores demócratas federales que visitaron las estación de USBP, donde estuvo Jakelin horas antes de morir, solicitaron una investigación independiente y denunciaron anomalías que pudieron contribuir con su muerte.
Consulado pide respuestas
A pesar de que Paniagua se dijo agradecido por la ayuda que ha obtenido por parte del Condado de El Paso con el caso de Jakelin, dice que no quitará el dedo del reglón hasta que se entreguen los resultados.
“Estamos muy agradecidos por su ayuda, porque repatriamos el cuerpo de Jakelin Caal lo más rápido posible como lo pidió la familia y lo pudimos hacer en dos semanas; ahora solo estamos esperando que los resultados queden listos pronto”, reiteró.
El cónsul dijo que no quiere presionar a la oficina del forense, ni está tratando de decirle cómo hacer su trabajo porque sabe que se trata de profesionales que están haciendo su trabajo, solo enfatizó que espera resultados.
“Nos dijeron que por tratarse de una niña están haciendo todos los análisis posibles para saber qué fue lo que pasó”, explicó.
El Diario de El Paso se contactó con la Oficina del Médico Forense, quienes no quisieron dar una entrevista formal y solo comentaron que los procesos de una autopsia no se obtienen de manera inmediata.
Padre de Jakelin ya tuvo audiencia en la corte
Por otro lado, Paniagua señaló que el padre de Jakelin sigue su proceso de asilo político en libertad y comentó que el hombre ya tuvo su primera audiencia.
“El 3 de enero el connacional Nery Caaa se presentó ante las autoridades de migración en cumplimiento de su orden de supervisión”, dijo.
El cónsul no proporcionó detalles específicos sobre la audiencia, solo confirmó que será hasta febrero cuando Caal vuelva a ser presentado ante un juez de migración.
Agregó que la próxima semana se tendrán varias reuniones con el equipo de abogados de representan a Caal para preparara al hombre con la información y documentos necesarios para su próxima audiencia.
Fue detenida junto con su padre y otros 163 migrantes al sur de Lordsburg, Nuevo México, la noche del 6 de diciembre del año pasado