Acuerdo conjura otro cierre parcial de Gobierno
Washington— Los negociadores en el Congreso anunciaron haber llegado a un acuerdo el lunes para evitar un cierre del Gobierno y financiar la construcción de nuevas barreras a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México, sobreponiéndose a un estancamiento en torno a cuestiones de ejecución de las leyes de inmigración que amenazó con descarrilar las pláticas.
Los republicanos estaban desesperados por evitar otro cierre gubernamental. Por lo que tentativamente se conformaron con mucho menos dinero para el muro fronterizo del presidente Donald Trump que los 5 mil 700 millones de dólares que la Casa Blanca había solicitado, aceptando una cifra de alrededor de mil 400 millones de dólares, de acuerdo con un auxiliar de alto rango del Congreso.
Washington— “Llegamos a un acuerdo en principio”, dijo el director del Comité de Apropiaciones del Senado, Richard Shelby, republicano de Alabama, siendo acompañado por un grupo bipartidista de legisladores de la Cámara de Representantes y del Senado.
“Nuestro personal sólo está trabajando en los detalles”, dijo la directora del Comité de Apropiaciones de la Cámara Baja, Nita Lowey, demócrata de Nueva York.
Los detalles no serán dados a conocer hasta hoy martes, pero el pacto se concretó a tiempo para atenuar cualquier amenaza de un segundo cierre parcial del Gobierno este fin de semana.
Shelby había suspendido las pláticas debido a ciertas exigencias postuladas por los demócratas para limitar las detenciones de inmigrantes por parte de las autoridades federales, pero los demócratas cedieron terreno en dicho asunto en una nueva ronda de las discusiones el lunes.
Cuando se le preguntó si Trump apoyaría el acuerdo, Shelby dijo que, “nosotros creemos, debido a las negociaciones que tuvimos con ellos y el margen de acción que nos brindaron, creo que lo apoyará. Ciertamente esperamos que así sea”.
Trump viajó a El Paso, Texas, para un mitin de campaña el lunes por la noche en el que se enfocaría en las cuestiones de la frontera. Hasta ahora se ha mostrado firme de que el Congreso apruebe el dinero para un muro a lo largo de la frontera con México, aunque ya no repite su mantra del 2016 de que México pagará por el mismo.
Los demócratas tenían una mayor ventaja durante las discusiones tras haber hecho retroceder a Trump tras el cierre gubernamental de 35 días, pero mostraron una mayor flexibilidad con la esperanza de que Trump acepte firmar el acuerdo. Después de ceder terreno en torno a las barreras fronterizas, los demócratas se enfocaron en reducir el financiamiento para las camas de detención con el fin de frenar lo que ellos ven como innecesariamente severas acciones policiacas por parte del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, o ICE.
“A ICE se le pide que ignore las leyes que el Congreso ya aprobó”, dijo el subdirector de la dependencia, Matt Albence, en una conferencia telefónica con los medios organizada por la Casa Blanca. “Sería extremadamente dañino para la seguridad pública de este país. Si se nos obliga a vivir dentro de un límite basado en los arrestos realizados en el interior del país, de inmediato nos veremos forzados a liberar delincuentes inmigrantes que actualmente se encuentran bajo nuestra custodia”.
De acuerdo con las cifras de ICE, 66 por ciento de los cerca de 159 mil inmigrantes que reportó haber detenido el año pasado habían sido previamente condenados por algún delito. Reflejando las dos diferidas prioridades de la administración, en el 2016, durante la presidencia de Barack Obama, alrededor de 110 mil inmigrantes fueron detenidos y 86 por ciento de éstos contaban con algún historial delictivo.
Pero muy pocos de los inmigrantes detenidos habían recibido condenas por delitos violentos. Los más comunes eran por manejar en estado de ebriedad, posesión de drogas, condenas migratorias previas e infracciones de tránsito.
Trump se reunió el lunes por la tarde con asesores de alto rango en la Oficina Oval para discutir las negociaciones. Aligeró su retórica sobre el muro, pero luego volvió a reforzarla cuando se aludió a la cuestión de las camas de detención.
“Lo podemos llamar como sea. Las llamaremos barreras, lo llamaremos como ellos quieran”, dijo Trump. “Pero ahora resulta que no sólo no nos quieren dar el dinero para el muro, tampoco quieren darnos el espacio para detener a asesinos, criminales, narcotraficantes, y traficantes de personas”.
El reciente cierre gubernamental dejó a más de 800 mil trabajadores del Gobierno sin goce de sueldo, pospuso el informe presidencial e hizo que la popularidad de Trump se desplomara en los sondeos. A manera que el apoyo de su propio partido comenzó a desmoronarse, Trump se rindió después de 35 días de cierre, acordando aprobar la reapertura temporal sin haber conseguido el dinero para el muro. (Associated Press)
Se conforman republicanos con 1.4 billones para el muro