Espanta Trump A MIGRANTES
Nuevas restricciones obligan a indocumentados a quedarse en México o regresar a sus países de origen
Tijuana, Baja California— Habiendo llegado más allá de sus límites tras las prolongadas esperas en condiciones peligrosas y sórdidas en el Norte de México, al parecer miles de integrantes de caravanas que habían estado esperando para pedir asilo en Estados Unidos han desistido, dijeron funcionarios mexicanos, lo cual otorga al presidente Trump una aparente victoria después de un aleccionadora semana para su agenda inmigratoria.
A finales de noviembre llegaron al Norte mexicano cerca de mil solicitantes de asilo que habían viajado en grupo como parte de una caravana que se originó en Honduras. A partir de entonces, más de mil han aceptado la oferta del Gobierno de México de regresar a su país de origen. Otros mil han decidido permanecer en México, aceptando los permisos de trabajo que se les ofrecieron en otoño.
El viernes Trump declaró una emergencia nacional tras no conseguir en el Congreso fondos para el muro fronterizo, que dijo impediría que los migrantes entraran a Estados Unidos.
Pero los datos de los funcionarios mexicanos sugieren la posibilidad de que las duras políticas que el mandatario ha establecido para contener a los solicitantes de asilo ya estén logrando algunos efectos no previstos.
A las nuevas políticas que están presionando a los aspirantes de asilo –los estrictos límites en el número diario de solicitudes y un estándar más alto para calificar– la presente semana se sumó la ampliación de la regla que establece que ciertas personas que quieren asilo deben esperar en México durante todo el proceso, el cual puede tardar años.
Originalmente dicha medida sólo se aplicaba a adultos, pero el Departamento de Seguridad Interna ahora incluye también en la disposición a las familias con menores de edad.
Funcionarios mexicanos señalaron que los datos sobre la gente que ha pospuesto o desistido de pedir asilo en Estados Unidos refuerza una idea que Trump menciona con frecuencia: que muchos miembros de las caravanas no se encuentran realmente desesperados por recibir protección.
Activistas inmigratorios consideraron que la publicidad y las falsas promesas atrajeron a un grupo en cierta forma poco representativo de los solicitantes típicos de asilo. Pero señalaron que los aproximadamente cuatro mil migrantes que lograron internarse a Estados Unidos por lo menos tenían el estatus requerido para argumentar que tenían necesidades legítimas.
Michelle Brané, directora de derechos de los migrantes y justicia en la Comisión de Mujeres para los Refugiados, advirtió que si bien las estrictas políticas de Trump tal vez desanimen a quienes no merezcan protección, quizá también pongan en peligro a las personas que sí la necesitan. Brané señaló que probablemente las disposiciones manden a los migrantes vulnerables a los brazos de los traficantes de personas, quienes prometen conseguir internarlos a Estados Unidos.
“A la mejor parece que a corto plazo está funcionando”, dijo Brané. “Pero no creo que sea una solución a largo plazo. Esto está haciendo que la gente se esconda más y eso es exactamente lo contrario de lo que queremos”. (The New York Times)