Visita Trump Corea del Norte y hace historia
Se convierte en el primer mandatario estadounidense en pisar este país
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder de Corea del Norte Kim Jong-un dieron un paso histórico ayer al reunirse en dicho país, en lo que es la Zona Desmilitarizada (DMZ), en la franja fronteriza entre las dos Coreas, y desde la línea de demarcación han pasado juntos a suelo norcoreano.
Esos breves segundos han convertido a Trump en el primer presidente de su país que pisa suelo de ese Estado, que todavía es enemigo.
“Mealegrodeverle de nuevo”,saludó el líder del Norte al estrechar efusivamente la mano de trump.“no esperaba jamás verle en este lugar”, reconoció.
Ambos atravesaron juntos a suelo norcoreano, y recorrieron unos metros. Tras volverse a saludar, se encaminaron al Sur. En unas breves declaraciones, y antes de pasar a una reunión privada con Jong-un, Trump aseguró que “están pasando muchas cosas positivas” en el proceso de conversaciones entre Washington y Pyongyang.
Destacó también su buena relación personal con Kim desde su primera cumbre el 12 de junio de 2018 en Singapur: “Nos hemos caído bien desde el primer día”. También planteó la posibilidad –impensable hasta hace unos meses– de un viaje del líder norcoreano a Washington: “voy a invitarle ahora mismo a la Casa Blanca”.
La reunión entre ambos se prolongó mucho más de lo previsto. Se había especulado que podría durar menos de 15 minutos, y acabó extendiéndose al triple, antes de que Trump y el presidente surcoreano –que se había desplazado con él en su visita a la DMZ– acompañaran a Kim a la línea de demarcación.
En declaraciones a los medios, el líder norcoreano reconoció que se había “sorprendido” de que Trump hubiera sugerido el sábado –mediante un tuit– esta reunión, y que la invitación oficial llegó horas más tarde.
“Yo también quería verle”, indicó. “No creo que la reunión hubiera podido organizarse en un solo día de repente sin la excelente relación que mantenemos el presidente y yo –apuntó–. Por tanto, estoy convencido de que esta excelente relación nos ayudará a tomar
la iniciativa y superar las barreras y dificultades que podamos encarar”.
La conversación, aparentemente, ha servido para destrabar el proceso de negociaciones sobre el programa nuclear norcoreano, estancado desde que la cumbre anterior entre los dos, en Hanoi en febrero, acabara en rotundo fracaso dadas las drásticas diferencias en sus posiciones.
Entonces, Corea del Norte ofrecía desmantelar su centro nuclear de Yongbyon a cambio del levantamiento de sanciones, en un proceso gradual. Estados Unidos reclamaba que Pyongyang eliminara su programa de armamento no convencional por completo y de manera verificable a cambio de eliminar esos vetos.
“En las próximas dos o tres semanas van a volver a trabajar los equipos”, ha anunciado Trump. “La reunión fue muy buena, muy sólida… vamos a ver qué pasa”.
Pero aunque las dos delegaciones retomen sus contactos, no está claro si alguna de las partes está dispuesta a ceder en unas posiciones que en febrero parecían inamovibles.
El encuentro, en este entorno enormemente simbólico, es el tercero entre Trump y Kim en un año. El primero tuvo lugar el 12 de junio de 2018, en Singapur. (Agencias)