LAMBORGHINI CONTRAATACA
La historia detrás de este gran auto deportivo está la de un exitoso fabricante de tractores
La sangre es caliente en el mundo automotriz y más cuando se trata de personas tan apasionadas como Enzo Ferrari. Su altanería le valió de algunos enemigos y, sin importar, qué tan poderosos fueran, eran tratados con la misma soberbia. Muchos después vendrían a darle dolores de cabeza que no se imaginaría.
Ferruccio Lamborghini fue una de sus víctimas. Lamborghini era un exitoso fabricante de maquinaria, incluyendo tractores. Había fundado su empresa después de la Primera Guerra Mundial y logró notoriedad rápidamente.
Una de sus pasiones, además del vino y el campo, eran los autos. Sus empresas lo habían hecho un hombre rico, que podía darse el lujo de tener una respetable colección de vehículos, incluyendo Ferrari.
Según cuenta la historia, en una ocasión, ante un problema con su Ferrari, Lamborghini reclamó a Enzo Ferrari sobre la calidad de algunos de sus componentes. La respuesta de Ferrari fue, palabras más, palabras menos que un fabricante de tractores nunca podría apreciar sus coches.
Ferruccio, evidentemente ofendido por las afirmaciones de Enzo, decidió entonces crear su propia marca de coches deportivos. Compró una finca en Sant’agata Bolognese, muy cerca de Módena y de la fábrica de Ferrari. Ahí planeó su imperio; trajo a algunos ingenieros de Ferrari y fundó Automobili Ferruccio Lamborghini.
El primer auto tenía lo que siempre quiso en un deportivo pero Ferrari no podía darle.
Fue el 350 GTV de 1964, un coche de 12 cilindros con líneas de Scaglione. Tenía faros ocultos, un medallón largo que simulaba ser un fastback y seis tubos de escape en la parte trasera.
Al 350 GTV le siguió el 400 GT. El volumen de producción subía para Lamborghini y ya se veía claramente que había llegado para hacerle la vida de cuadritos a Ferrari. La mecánica V12 seguía incrementando en su capacidad y el diseño de Carrozzeria Touring tenía lo necesario para atraer miradas.
Pero no fue hasta el tercer modelo presentado en 1966, que Lamborghini se consolidó como un verdadero fabricante de deportivos. Se le llamó Miura y es considerado por muchos como el primer superdeportivo. Las líneas eran rápidas, curveadas, un diseño espectacular hecho por Marcello Gandini. Por su silueta y la configuración de motor V12 central hacían ver al Ferrari 275 y al nuevo 365 como coches lentos y del pasado. Ferrari contraatacó con el BB unos años después, pero la posición de Lamborghini ya estaba puesta en piedra.
Aunque mucho ha pasado con las dos compañías desde esos años a la fecha, hoy la rivalidad entre Ferrari y Lamborghini permanece. Un competidor que quizá se hubiera evitado si Enzo hubiera tenido un poco de tacto con sus clientes.