‘Matan’ en NM legalización de mariguana recreativa
Santa Fe, NM— La iniciativa de ley en Nuevo México para convertirse en el duodécimo estado de EU en legalizar el uso recreativo de la mariguana, cayó abruptamente después de que los senadores estatales –en una Legislatura dominada por demócratas– rechazaron un proyecto de ley que habría forzado el permiso para las ventas en todas las ciudades y pueblos del estado.
En una votación de comité, realizada a última hora la noche del miércoles, dos senadores demócratas se unieron a los republicanos en una votación de 6-4 para detener el proyecto de ley de legalización, que también habría eliminado de manera retroactiva las condenas por posesión de mariguana y ayudaba al programa de cannabis medicinal existente en el estado con exenciones de impuestos y subsidios para pacientes.
La decisión marcó el segundo fracaso de los defensores de la legalización para lograr su objetivo en Nuevo México, desde que los demócratas arrebataron en 2018 la gubernatura a los republicanos y ampliaron su mayoría legislativa.
La votación casi condenó un proyecto de ley para legalizar la mariguana que implicó un año de preparación y esfuerzo por parte de la gobernadora Michelle Lujan Grisham. También mostró las dificultades de usar el proceso legislativo para legalizar completamente la mariguana.
Treinta y tres estados y Washington, D.C., han legalizado el cannabis para uso médico o recreativo. Michigan e Illinois son los más recientes de 11 estados en aceptar ventas recreativas, pero sólo Illinois y Vermont lo han legalizado a través de sus legislaturas.
El resto de las ventas recreativas para los estados se obtuvieron mediante la aprobación directa de los votantes, algo que Nuevo México sólo permite para enmiendas a la Constitución estatal.
Lujan Grisham ha aceptado los esfuerzos de legalización mientras su administración se esfuerza por atraer y construir nuevas industrias en un estado con una fuerte dependencia económica de la producción de petróleo, lo cual conduce a ciclos de auge y caída.
A principios del año pasado, puso a un aliado de confianza, el concejal de la ciudad de Albuquerque, Pat Davis, a cargo de una fuerza de trabajo itinerante que describió minuciosamente un marco regulatorio para abordar las preocupaciones públicas sobre el cannabis recreativo, el manejar bajo el influjo de alguna sustancia tóxica, la seguridad en el lugar de trabajo y cómo negar el acceso a los jóvenes a la droga.
Pero la labor del grupo de trabajo no superó la oposición en algunas partes del estado y algunos legisladores dijeron que se les dio poco tiempo para digerir un proyecto de ley enmendado de 186 páginas que explicaba cómo funcionarían las ventas.
Mover proyectos de ley complejos a través de la Legislatura es difícil porque los legisladores no asalariados tienen sólo 30 días para llevar a cabo la sesión legislativa de este año.
El presidente del Comité Judicial del Senado, el demócrata Joseph Cervantes, se opuso a las disposiciones de licencia para las empresas de mariguana que requerían un acuerdo con la mano de obra organizada y la concesión de licencias comerciales a personas con condenas anteriores por narcotráfico, incluidos delitos de distribución.
Y el senador republicano Ron Griggs dijo que había críticas sobre el requisito de que los condados, ciudades y pueblos permitan la venta recreativa de mariguana donde las ventas locales de alcohol pueden prohibirse y dos condados estaban “secos” –debido a que prohíben la venta de alcohol– hasta el año pasado.
El representante Paul Bandy, también republicano, dijo que había una resistencia significativa a la legalización en su distrito que limita con Colorado y su pionera economía de la mariguana recreativa.
“Creo que los progresistas se dieron cuenta de que probablemente se extralimitaron en un año electoral”, dijo.
El proyecto de ley de Nuevo México exigía un impuesto especial estatal del 9 por ciento sobre las ventas de mariguana para ayudar a financiar la aplicación de la ley local, la educación contra manejar bajo la influencia de drogas o alcohol y el tratamiento del abuso de sustancias.
Una parte de los ingresos por impuestos indirectos de las ventas de mariguana se habría destinado a causas de justicia social diseñadas para ayudar a las comunidades afectadas de manera negativa y desproporcionada por las anteriores políticas federales de drogas. Muchas de las condenas anteriores que no involucraban el tráfico habrían sido eliminadas automáticamente.
El hecho de que el proyecto no avanzara se produjo después de una medida bipartidista el año pasado para la venta de cannabis recreativo en las tiendas estatales, a pesar del respaldo de tres senadores estatales republicanos.
El proyecto de ley de este año pedía un esquema de ventas de mariguana del sector privado que hubiera requerido ventas de cannabis medicinal en todos los dispensarios.
La suspensión del proyecto de ley de legalización puso en espera los planes del maestro jubilado y aspirante a agricultor de mariguana Bob Rogers. Quería comenzar un invernadero comercial de mariguana en su rancho de 160 acres (65 hectáreas) cerca de la frontera estatal con Texas.
Rogers ya cultiva cannabis medicinal para su propio consumo bajo una licencia estatal de producción personal para tratar el dolor crónico diagnosticado en una pierna lesionada. Tenía la esperanza de traer a Nuevo México a uno –o ambos– de sus hijos adultos, quienes radican en Nueva York y California, para ayudar a administrar el negocio.
“Estoy orgulloso de estar aquí y con ganas de cultivar mariguana si el estado nos da la oportunidad”, dijo.
A pesar del voto en contra del proyecto de ley y casi ninguna posibilidad de que se reviva durante la sesión legislativa actual, Lujan Grisham dijo en un comunicado que “la legalización del cannabis recreativo en Nuevo México es inevitable”.
“La gente de Nuevo México ha dicho que lo quiere. Una economía estatal diversificada lo exige”, dijo.