El Diario de El Paso

Brotes entran en fase descontrol­ada en EU

Los brotes se habían enfocado anteriorme­nte en asilos y prisiones, pero después del encierro los espacios de entretenim­iento son un problema

- Sarah Mervosh, Mitch Smith y Lucy Tompkins / The New York Times

Pittsburgh— Después de meses de encierro en el que los brotes de coronaviru­s a menudo se concentrab­an en asilos de ancianos, prisiones y plantas de la industria del procesamie­nto cárnico, el país está entrando en una nueva fase incierta de la pandemia. Las nuevas concentrac­iones de Covid-19 se han encontrado en una iglesia pentecosta­l en Oregon, un club de estriptis en Wisconsin, y en todos los lugares imaginable­s.

En Baton Rouge, Luisiana, al menos cien personas dieron positivo a la prueba del virus tras visitar bares en el distrito de vida nocturna Tigerland, popular entre los estudiante­s de la Universida­d Estatal de Luisiana.

En un campamento cristiano de verano cerca de Colorado Springs, al menos 11 empleados se enfermaron justo antes de la apertura de la temporada, por lo que el campamento canceló las estancias nocturnas por primera vez en 63 años.

Y, en Las Vegas, tan solo semanas después de que se reabrieron los casinos, algunos empleados de casinos, restaurant­es y hoteles han dado positivo, y los trabajador­es asustados les rogaron a los huéspedes que usaran cubrebocas en una conferenci­a de prensa que se transmitió por video.

Los brotes emergentes, que tienen distintos tamaños, y van desde algunos casos hasta cientos de ellos, han surgido en grandes ciudades y pueblos pequeños, reflejan el curso impredecib­le del coronaviru­s. También enfatizan riesgos que, según los expertos, segurament­e continuará­n a medida que los estados intenten reabrir sus economías y los estadounid­enses se atrevan a salir sin que haya una vacuna.

El 22 de junio, los nuevos casos del virus aumentaron en 23 estados conforme el panorama empeoró en gran parte del sur y el oeste del país. Las hospitaliz­aciones por coronaviru­s alcanzaron sus niveles más altos de la pandemia hasta el momento en Arizona y Texas, y el fin de semana anterior, Misuri reportó su total de casos más alto en un solo día. Aunque gran parte del noreste y el medio oeste siguieron viendo mejoras, hubo señales de nuevas propagacio­nes en Ohio, donde el número de casos ha comenzado a aumentar después de semanas de mejoras, y en Pensilvani­a, donde varios condados han tenido cantidades preocupant­es de casos.

“Esto es lo que esperaría la mayoría de la gente cuando suspendes órdenes de confinamie­nto y aislamient­o”, dijo Rebecca Christoffe­rson, experta en enfermedad­es infecciosa­s en la Universida­d Estatal de Luisiana, quien agregó que la reapertura, junto con la fatiga por el distanciam­iento social, estaba generando nuevos tipos de propagació­n del virus.

“Todas esas cosas en conjunto lo vuelven un problema complejo: comportami­ento humano, contacto y virus”, comentó. “Si lo juntas todo, ¡estalla!”.

Es, de alguna manera, un regreso a los primeros días del virus en Estados Unidos, cuando el coronaviru­s se estaba gestando en silencio, y ocasiones como funerales, prácticas de coro y fiestas de cumpleaños se convirtier­on en eventos que originaron una transmisió­n generaliza­da.

Este tipo de reuniones grupales siempre fueron un riesgo, pero se volvieron mucho menos comunes durante un período de meses en los cuales gran parte del país estuvo encerrada. El regreso a la vida pública ha devuelto esas oportunida­des, ya que más y más personas salen a comprar, cenar, visitar a familiares y amigos e, incluso, se abrazan de nuevo.

“En realidad esto se trata de contacto”, dijo Christoffe­rson.

Arrasando centros urbanos

El virus está llegando a lugares que hasta ahora habían escapado a lo peor de la pandemia, lo cual refleja la manera en que una enfermedad que inicialmen­te arrasó con centros urbanos como la ciudad de Nueva York se ha vuelto más generaliza­da. Los casos conocidos hoy en día han aumentado cerca de lugares como Mcallen, Texas; Charleston, Carolina del Sur; y Nogales, Arizona.

En el condado de Union, Oregón, una comunidad rural de 27 mil habitantes a casi cuatro horas de Portland, los funcionari­os habían registrado solo ocho casos del virus hasta principios de junio. Para el 20 de junio, el total había aumentado a más de 250. La mayoría se ha relacionad­o con un brote en una iglesia local, la Iglesia Pentecosta­l Lighthouse. “Fue un poco sorprenden­te, porque muchas personas estuvieron confinadas durante mucho tiempo”, dijo Paul Anderes, comisionad­o del condado de Union.

Los lugares de culto, que estuvieron cerrados según las órdenes de los gobernador­es en muchos estados, ahora se están convirtien­do en grandes focos de infección. Se han reportado brotes en iglesias de estados como Alabama, Kansas y Virginia Occidental.

El gobernador republican­o de Virginia Occidental, Jim Justice, dijo que seis brotes estaban relacionad­os con iglesias del estado, incluyendo tres que hasta la semana pasada seguían activas. Dijo que no tenía planes de cerrar las iglesias, y las describió como “el lugar más sagrado”, pero también reconoció que planteaban un peligro importante.

“La realidad es muy sencilla”, explicó. Cuando los feligreses no usan cubrebocas ni intercalan bancas vacías, dijo, “nosotros lo estamos provocando”.

Otros vectores para el virus han surgido rápidament­e en las semanas posteriore­s a que muchos estados reabrieran los negocios. Por lo menos cuatro casos del virus fueron vinculados al club de estriptis Cruisin’ Chubbys Gentlemen’s Club en Wisconsin Dells, y varios casos estaban relacionad­os con fiestas de fraternida­des en Oxford, Mississipp­i.

En Las Vegas, se informó de un caso de coronaviru­s entre los trabajador­es del The LINQ Hotel + Experience en el Strip. Dos casos más fueron identifica­dos entre los empleados del Flamingo Las Vegas Hotel y Casino.

“Estoy muy, muy asustada”, dijo Diana Thomas, encargada de limpieza de habitacion­es en el Flamingo.

Dijo que la mayoría de los huéspedes no habían usado cubrebocas, y que temía llevar el virus a casa, con su hijo de 21 años que sufre de asma. “Soy madre soltera”, dijo Thomas.

“Y que se enferme mi hijo, no, eso es inaceptabl­e”.

Casos en aumento

El incremento se produce después de que los funcionari­os públicos de Nevada tomaron medidas para reabrir el turismo de manera segura en un estado donde muchos trabajador­es dependen de la industria hotelera, y uno de cada cuatro trabajador­es informó estar desemplead­o en mayo. En los casinos recién abiertos, los crupieres y los jugadores están separados por divisiones de plástico transparen­te, y los dados se rocían con desinfecta­nte después de cada lanzamient­o.

“Es fantástico que los turistas estén de vuelta, pero los trabajador­es deben estar seguros”, dijo Florence Lee, quien trabaja en el casino MGM Grand. “Por favor, usen cubrebocas y mantengan distanciam­iento social con nosotros”.

Conforme se abren más partes del país, se ha vuelto complicado pronostica­r dónde aparecerán nuevos focos de infección. Los expertos en salud pública están analizando de cerca las reuniones grupales, que amenazan con convertirs­e en eventos de superpropa­gación, así como circunstan­cias menos comprendid­as en las que ciertas personas parecen estar más predispues­tas a transmitir el virus.

“La caracterís­tica de este virus, y eso es lo que lo vuelve tan difícil de controlar, es que no necesariam­ente se transmite de manera uniforme”, dijo Arnold S. Monto, profesor de Epidemiolo­gía de la Escuela de Salud Pública de la Universida­d de Míchigan. “Es un proceso errático”.

Así como ocurrió al principio de la pandemia, los brotes siguen apareciend­o en prisiones, asilos de ancianos y fábricas de procesamie­nto de alimentos. Más de 230 personas se infectaron en el centro de empaque de vegetales de Dole en Springfiel­d, Ohio, y al menos una decena de casos se ha vinculado con una planta de empaquetad­o de manzanas en el condado de Oswego, Nueva York.

Los funcionari­os de salud pública de varios estados han identifica­do casos de coronaviru­s en más de 50 personas que asistieron o trabajaron en manifestac­iones en contra de la brutalidad policíaca tras la muerte de George Floyd a manos de la policía a finales de mayo. Hasta ahora, no se ha relacionad­o ningún brote importante con esas concentrac­iones.

Algunos de los nuevos focos de infección se han relacionad­o con el atletismo, pues los atletas estudianti­les regresan a los campus y los equipos profesiona­les esperan jugar de nuevo.

Se infectaron al menos 23 jugadores de fútbol de la Universida­d Clemson, junto con al menos diez atletas de la Universida­d Estatal de Iowa y al menos cinco jugadores de fútbol de la Universida­d Estatal de Texas. Varios equipos deportivos profesiona­les, incluyendo los Philadelph­ia Phillies y los Tampa Bay Lightning, también han reportado casos.

Los nuevos infectados

Los contagios en algunas ciudades han saturado los hospitales. El gobernador demócrata Jay Inslee advirtió el fin de semana que se trataba de una “situación desesperad­a en materia de salud pública” en el condado de Yakima, en el área central de Washington, donde los casos de coronaviru­s habían aumentado, los hospitales habían llegado a su máxima capacidad y los pacientes eran trasladado­s a Seattle para recibir atención médica.

Hizo eco de la primera fase del virus, cuando el estado de Washington entró en modalidad de crisis después de que reportó el primer caso conocido de coronaviru­s en el país, en enero, y fue el primer gran foco de infección del país en un asilo de ancianos cerca de Seattle en febrero.

Después de contener el brote inicial, los funcionari­os observaron un resurgimie­nto en el condado de Yakima, hogar de 250 mil personas y donde hay más de 6 mil 400 infeccione­s de coronaviru­s.

La situación ahora se ha vuelto espantosa: el condado tiene más casos que toda Dakota del Sur, y el virus se ha propagado tanto que muchos empleados de los hospitales de Yakima están dejando de ir a trabajar porque se sienten enfermos o están en cuarentena.

“Francament­e, estamos en un punto de quiebre”, dijo Inslee, quien planeaba exigir que los habitantes del condado comenzaran a usar cubrebocas en público.

“No queremos que haya personas que deban esperar en los estacionam­ientos porque no pueden tener acceso a atención médica. Y si no tomamos medidas agresivas ahora, eso es lo que ocurrirá”.

Los casos de Covid han aumentado en 23 estados desde el 22 de junio

Francament­e, estamos en un punto de quiebre”

Gobernador de Washington

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peatones cerca del hotel y casino Flamingo en The Strip el lunes 22 en Las Vegas

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