Desafían migrantes estrictas medidas
En junio, los arrestos en la frontera con México incrementaron un 40%
La administración ha defendido la expulsión como una medida necesaria para evitar el riesgo de que se propague el virus en los centros de detención
Washington— El número de migrantes detenidos a lo largo de la frontera con México se disparó en un 40 por ciento en el mes de junio, desafiando las estrictas medidas de emergencia de la administración Trump que se ha basado en la pandemia del coronavirus para “expulsar” rápidamente a los que han cruzado ilegalmente, de acuerdo a las estadísticas de aplicación de la ley que fueron dadas a conocer este jueves por el Departamento de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP).
Las autoridades de Estados Unidos realizaron 32 mil 512 arrestos y detenciones a lo largo de la frontera con México en junio, comparado con los 23 mil 142 que reportaron en mayo.
El total de junio casi duplicó el número de detenciones registradas en abril, después que la administración Trump suspendió el procedimiento normal de inmigración para procesar rápidamente a la mayoría de los migrantes y regresarlos a México en cuestión de horas.
Las cifras del CBP muestran que una vasta mayoría de los que fueron detenidos en junio –el 89 por ciento– fueron rápidamente regresados a México usando un sistema de rápida expulsión que está enfrentando un desafío legal de los grupos de derechos civiles y defensores de los inmigrantes.
La administración ha defendido la expulsión como una medida necesaria para mantener vacías las celdas de los centros de detención en la frontera y evitar el riesgo de que se propague la infección.
Durante junio, las cifras permanecieron mucho más bajas que los niveles que hubo durante la crisis de migración del año pasado, el considerable incremento mes a mes parece ser una señal de que los efectos de disuasión de las medidas severas del presidente Donald Trump están disminuyendo.
Trump ha estado haciendo campaña para su reelección mencionando ese récord de inmigración y el considerable descenso en la migración irregular desde el año pasado, en el que las autoridades fronterizas realizaron casi un millón de arrestos.
El CBP dio a conocer sus estadísticas de detenciones del mes de junio, justo un día después que el presidente estuvo en el Jardín de las Rosas con el mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador y elogió su colaboración para la aplicación de las leyes de inmigración.
“Hemos recibido una gran ayuda de México y hemos logrado números récord en un sentido positivo en nuestra frontera sur”, comentó Trump, sin especificar a qué récords se estaba refiriendo. “Realmente, fue muy pero muy concisa”.
Debido a que las cifras del CBP han sido un conteo de las acciones mensuales que han realizado los agentes estadounidenses, y no de los arrestos de distintas personas, no está claro hasta qué punto el incremento de junio podrían haber estado representado por las personas que cruzan la frontera y que han hecho repetidos intentos de ingresar a Estados Unidos.
Las medidas de emergencia que aplicó el CBP a finales de marzo han permitido que los agentes estadounidenses procesen a los que cruzan ilegalmente la frontera en áreas alejadas y los regresen rápidamente al otro lado de la frontera mexicana, en lugar de mantenerlos bajo custodia e iniciar una deportación formal o acusarlos de algún delito.
México colaboró con Trump al aceptar a los centroamericanos que fueron regresados, así como también a nuestros propios ciudadanos. Las medidas son controvertidas debido a que básicamente le cerró la puerta a la habilidad que tienen los que buscan asilo de obtener un refugio seguro en Estados Unidos, dejando a un lado las leyes anti-tráfico que impiden la rápida deportación de migrantes menores de edad que arriban al país sin la compañía de sus padres.
La Unión Americana de Libertades Civiles y otros grupos que están a favor de los inmigrantes presentaron una demanda legal el mes pasado contra el sistema de expulsión, que la administración Trump ha puesto en vigor de manera indefinida.
Oficiales de Seguridad Interna han estado ansiosos acerca de la posibilidad de que haya una nueva oleada de migración como resultado de las condiciones económicas que se están deteriorando en México y Centroamérica.
México está enfrentando su peor crisis económica en un siglo como resultado de la pandemia, el país ha reportado índices positivos de coronavirus de casi el 50 por ciento en las últimas semanas, lo cual es un indicio de una amplia transmisión comunitaria.
La frontera entre Estados Unidos y México es un lugar que ha sido considerablemente afectada por el virus. Tres de los estados de Estados Unidos con la peor pandemia son fronterizos; Texas, Arizona y California.
El total de arrestos del mes pasado, que aunque fueron más altos que en mayo, son aproximadamente una tercera parte de las 104 mil 311 detenciones que el CBP registró durante el mismo período hace un año, cerca del pico de la crisis de migración centroamericana.
“Los números son muy bajos si se ponen en la perspectiva histórica reciente, pero claramente han ido a la alza a partir de números muy bajos que se registraron al inicio de la pandemia”, comentó Andrew Selee, presidente del Instituto de Políticas de Migración en Washington.
“Probablemente sugieren que existen muchas más personas que enfrentan circunstancias económicas difíciles en México durante la recesión global y que están dispuestos a intentar ingresar a Estados Unidos, aunque los centroamericanos no están cruzando en grandes cantidades, probablemente debido a las medidas que han implantado los mexicanos”.
En un comunicado, el comisionado interino del CBP Mark Morgan, comentó que el mayor número de arrestos en el mes de junio fue una justificación para continuar con la construcción del muro fronterizo de Trump que tiene un valor de 15 billones de dólares.
“Aunque el número de detenciones del mes pasado no son sorpresivos, este incremento sigue siendo extremadamente preocupante mientras seguimos luchando contra un enemigo invisible: el Covid-19”, comentó Morgan.
“Por lo tanto, es imperativo que sigamos construyendo el muro fronterizo y reforzando las políticas de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades que pretende proteger la salud de los estadounidenses”.
El impacto de la barrera para reducir los cruces ilegales no siempre es claro. En el CBP de San Diego, por ejemplo, en donde la construcción de la nueva barrera fronteriza lleva un gran avance, el total de arrestos durante junio fue casi el mismo que el del año pasado, según muestran las cifras más recientes, a pesar del descenso generalizado en toda la frontera.
La mayoría de los que fueron tomados bajo custodia el mes pasado eran adultos solos procedentes de México, según hizo notar Morgan en su comunicado, contrario al influjo del año pasado, cuando cifras récord de familias y niños de Centroamérica cruzaron la frontera para entregarse a los agentes estadounidenses y solicitar la protección humanitaria.
La administración Trump ordenó desde entonces una reforma contundente a las reglas de asilo de Estados Unidos, y en esta semana anunció nuevas medidas que podrían negarle la entrada a cualquiera que venga de un país que tenga una pandemia de esa enfermedad transmisible.
Con más de 3 millones de infecciones confirmadas y por lo menos 130 mil muertes, Estados Unidos tiene la peor pandemia de coronavirus del mundo y cientos de deportados que han sido enviados a Centroamérica y a otros lugares han dado positivo para el virus.