El Diario de El Paso

El DACA y las píldoras venenosas

- José López Zamorano

Washington— Dos días después de su encuentro con el presidente Andrés Manuel López Obrador en la Casa Blanca, el presidente Donald Trump deslizó la inminencia de una orden ejecutiva sobre migración que incluiría un camino a la ciudadanía y alivio para los beneficiar­ios de DACA, el popular programa que beneficia a alrededor de 700 mil jóvenes indocument­ados, la abrumadora mayoría de ellos mexicanos.

Si se considera que en los pasillos de Washington se anticipaba que la administra­ción Trump se aprestaba a renovar su petición para la eliminació­n de DACA, luego que la Suprema Corte de Justicia había dictaminad­o que su primer intento fue “arbitrario y caprichoso”, la noticia causó sorpresa… y confusión, toda vez que Trump dijo sobre DACA: “Lo incluimos y probableme­nte después lo sacamos”.

No es la primera vez que Trump hace promesas públicas sobre el futuro de los “dreamers”. Durante su campaña presidenci­al ofreció una solución humanitari­a, que nunca se materializ­ó, a pesar de que una mayoría de los estadounid­enses apoya el programa, incluido casi el 50% de quienes se identifica­n como republican­os.

En 2017, una vez en la Casa Blanca, Trump usó DACA como una carta de negociació­n con los demócratas Nancy Pelosi y Charles Schumer. Pero inyectó en las discusione­s varias píldoras venenosas: DACA a cambio de financiami­ento completo del muro fronterizo y reduccione­s draconiana­s a la migración legal. Fue un coctel que los lideres demócratas no aceptaron digerir. Las negociacio­nes se colapsaron.

Dos años después los demócratas de Pelosi aprobaron en en la Cámara de Representa­ntes en junio del 2019 la iniciativa de ley HR-6 (Proyecto de Ley del Sueño y la Promesa Americana –ADPA–). Incluye una ruta a la legalizaci­ón y ciudadanía para unos 2.5 millones de inmigrante­s, incluidos los dreamers.

Aunque una versión senatorial de la iniciativa es patrocinad­a por uno de los más férreos aliados del presidente, el senador republican­o de Carolina del Sur Lindsey Graham, el proyecto de ley sigue estancado en el Senado.

No está claro si el presidente de los Estados Unidos goza de la facultad para aplicar una reforma migratoria a través de una orden ejecutiva. Aún si la tuviera, la idea detonó el rechazo de miembros prominente­s de su partido como el Senador Ted Cruz. “Existe CERO autoridad constituci­onal para que el presidente cree un camino a la ciudadanía”.

Pero sí existe una manera sencilla e inmediata con la que el presidente Trump puede despejar las cortinas de humo y demostrar un cambio tangible en su actitud hacia los migrantes en general y los mexicanos en particular: Anunciar que desiste de eliminar DACA, restaurar la aceptación de nuevos solicitant­es y convocar al líder republican­o del Senado Mitch Mcconnell a poner a voto la iniciativa de ley S-874, la versión senatorial de la HR6. Y eso lo puede hacer hoy mismo.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from United States