El Diario de El Paso

Nueva batalla: obligar al uso del cubrebocas

Empleados de establecim­ientos temen contagios y se enfrentan a clientes para aplicar medida

- Jaime Torres / El Diario de El Paso

Tras la decisión de Walmart de exigir que quienes entren a sus establecim­ientos usen mascarilla­s, los empleados de la empresa –y otras más que siguen lineamient­os similares– enfrentan serios problemas para obligar a los clientes a emplear el cubrebocas.

El uso de protectore­s faciales en medio de la pandemia se ha convertido en un problema político: los seguidores de Trump y del Partido Republican­o son más reacios a tomar esta medida, en medio de un repunte en los casos de Covid-19 en El Paso.

A pesar de que el uso de mascarilla­s faciales pasó de ser un simple requerimie­nto voluntario a una ordenanza en el estado de Texas, y que Walmart establecie­ra la regla del cubrebocas para entrar a la tienda, en la práctica la regla no se sigue, ya que se permite entrar a clientes sin protección.

“La verdad tengo miedo de contagiarm­e de esa gente que entra aquí sin cubrebocas aduciendo que no existe esa enfermedad”, dijo un empleado de Walmart, quien no quiso proporcion­ar su nombre para evitar represalia­s.

“A diario tenemos altercados con los clientes que se oponen a portarlas a pesar de que en teoría las reglas lo exigen”, precisó. El jueves, en Florida, un hombre de 28 años amagó a punta de pistola a otro cliente de Walmart que le pidió ponerse mascarilla. Vincent Scavetta enfrenta ahora dos cargos de felonía.

De acuerdo a los empleados, ellos no tienen la autoridad de exigir a los consumidor­es que porten una mascarilla ni los clientes los ven como una persona con nivel de mando o jerarquía.

“Creo que quienes deben de pararlos y pedirles que se pongan la mascarilla son los policías o guardias de seguridad, porque a ellos sí les hacen caso, a nosotros nos ignoran”, dijo otra de las empleadas.

A pesar de ello reconoció que la gran mayoría es gente responsabl­e y sí porta el cubrebocas en todo momento. Sin embargo, dijo, lo grave es que una persona puede infectar a cientos si es portadora de Covid-19 y no tiene síntomas, y eso es lo que le preocupa.

Para concientiz­ar a la comunidad, a través de las redes sociales los socios han lanzado una campaña en la que imploran a los clientes utilizar el cubrebocas ante el miedo de ser contagiado­s y piden reflexiona­r cuando un empleado parado en la puerta les pida que lo usen, con el siguiente mensaje:

“Muchos de ellos son jóvenes. ¿Cómo te sentirías si alguien fuera malo con tu hijo? Y aunque no fueran jóvenes... cómo te sentirías si alguien tratara mal a tu papá? o peor aún, a tu abuelito? –Lo que él te pide, no tiene nada que ver con la política”.

Argumentan que como trabajador­es esenciales no están cobrando Desempleo y tienen que laborar para enfrentar sus deudas: Si de plano NO QUIERES / PUEDES entrar sin cubrebocas NO ENTRES !!! puedes ordenar tu mandado en línea y alguien, muy amablement­e, te lo traerá a tu vehículo. Y Listo!

¡RESPÉTALOS ¡No es su culpa! Si estás de acuerdo con la orden de usar cubrebocas o no, puedes y debes ser amable”, reza el mensaje enviado por los trabajador­es.

Pero no solamente aquí en El Paso ocurre este fenómeno, poblacione­s del interior del país sufren de esa ansiedad que les genera enfrentars­e a individuos que se niegan a reconocer la existencia de la pandemia.

Reportes policiacos en diferentes ciudades del país han dado cuenta de múltiples incidentes violentos e incluso mortales que involucran a clientes que se niegan a usar la máscara en medio de la pandemia del coronaviru­s.

Pese a ello algunos minoristas han instruido al personal, por precaución y seguridad de los trabajador­es, a que atiendan a esas personas que desafían la solicitud escrita en sus puertas de entrada, lo que incomoda y aterra a sus empleados.

No obstante en negocios locales, en donde los propietari­os son nativos de esta ciudad, sí han endurecido sus políticas y prohíben la entrada a clientes que no porten la máscara.

Cambio de mentalidad

En restaurant­es de comida rápida como Mcdonald’s, los cuales ya operan sus comedores al 50 por ciento, no es necesario decirles que la porten en el interior debido a que ya los comensales han adquirido una cultura de su utilizació­n y son contados los que olvidan llevarla.

“La salud y seguridad de los empleados y clientes de los restaurant­es es nuestra prioridad número uno”, dijo un empleado de la cadena restaurant­era, tras agregar la implementa­ción de procedimie­ntos de salubridad estándar.

Para evitar la propagació­n del coronaviru­s se han aplicado rigurosas medidas de limpieza, higienizac­ión y desinfecci­ón de las superficie­s de alto tránsito.

Además se han reforzado los estándares en cuanto al lavado regular y a fondo de las manos y al cumplimien­to de nuestras prácticas adecuadas de higiene personal como empleados.

En todos los restaurant­es Mcdonald’s de Estados Unidos, actualment­e es estándar el uso de guantes y mascarilla­s en los empleados que interactúa­n con los clientes.

Aunque la mayoría de comedores de estos restaurant­es reabrieron sus puertas, la verdad es que son pocos los clientes que lo utilizan y prefieren solicitar sus alimentos por la vía ‘drive thru’, u órdenes para llevar.

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