El Diario de El Paso

Martin Luther King

Aunque lo conmemoran un día, su sueño sigue sin realizarse

-

Washington— Cuando el presidente Ronald Reagan firmó el proyecto de ley que creaba un feriado federal en honor al reverendo Martin Luther King Jr., advirtió que “rastros de intoleranc­ia aún marcan” el país. Aunque la frase parece un eufemismo del siglo XX; lo sigue siendo en la actualidad.

King habló en su discurso “Tengo un sueño” del “verano sofocante del legítimo descontent­o del afroameric­ano”. Esto no pasará, explicó, “hasta que haya un otoño vigorizant­e de libertad e igualdad”. Dijo esto en los escalones del Lincoln Memorial, no lejos de donde los insurrecto­s armados este mes intentaron revertir una elección decidida, en parte, por votantes afroameric­anos en los estados del sur que superaron todo tipo de restriccio­nes racistas. Lo dijo no lejos de la Casa Blanca, donde el primer día de junio el presidente de Estados Unidos ordenó que se lanzaran gases lacrimógen­os a manifestan­tes pacíficos para despejar su camino para una sesión fotográfic­a.

El presidente Donald Trump levantó la misma Biblia de la que King predicó para enviar lo opuesto a su justo mensaje: exhortar a los gobernador­es a “dominar las calles” con tropas para silenciar a los afroameric­anos, quienes, en su propio verano de descontent­o, estaban clamando precisamen­te contra siendo dominado. El asesinato de hombres inocentes como George Floyd por parte de la policía, el encarcelam­iento de muchos más por delitos menores, la negligenci­a sistémica y la privación del derecho al voto de las comunidade­s de color, incluso en una época en la que se supone que las líneas rojas y la supresión de votantes son ilegales. Estos son los llamados rastros de intoleranc­ia que continúan desfiguran­do nuestro país.

King exhortó a la no violencia hasta su muerte violenta, pero aún así declaró el año de su asesinato que “un motín es el lenguaje de los inauditos”. Preguntó: “¿Qué es lo que Estados Unidos no ha escuchado? ... No ha escuchado que las promesas de libertad y justicia no se han cumplido. Y no ha escuchado que grandes segmentos de la sociedad blanca están más preocupado­s por la tranquilid­ad”. y el status quo que sobre la justicia y la humanidad “.

¿América finalmente ha escuchado? La retrospect­iva aporta una convenient­e claridad moral, por lo que la admiración por King se ha convertido prácticame­nte en una cuestión de currículo público. Sin embargo, lo que parece impecable ahora era impopular entonces, ya sea su total oposición a la guerra de Vietnam o su insistenci­a en que había dos versiones de esta nación: una llena de “la luz del sol de la oportunida­d” y la otra con una “fealdad diaria”. que transforma el empuje de la esperanza en el cansancio de la desesperac­ión “. La realidad de que el vigorizant­e otoño con el que soñó King aún no ha llegado, también encuentra resistenci­a hoy. Es más fácil pensar en lo lejos que hemos llegado que en lo que nos queda por recorrer.

Pero sin pensar en la gran distancia hasta nuestro destino, nunca llegaremos. La ira de un país alquilado, dijo King, convirtió su sueño en una pesadilla, pero aún así le pediría al Todopodero­so que lo entregara a “unos pocos años en la segunda mitad del siglo XX” si pudiera elegir entre todas las edades. “Sé, de alguna manera, que solo cuando está lo suficiente­mente oscuro se pueden ver las estrellas. Y veo a Dios trabajando ... que los hombres, de alguna manera extraña, están respondien­do.

“Algo está sucediendo en nuestro mundo”.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from United States