El Diario de El Paso

Denuncian más maltratos a menores migrantes

Reporta empleado de albergue en Fort Bliss quemaduras con agua caliente y amenazas

- Roberto Carrillo/El Diario de El Paso

Un empleado federal denunció que al trabajar en Fort Bliss, donde se resguardab­a a menores migrantes, algunos niños fueron quemados con agua caliente al ducharse además de que eran continuame­nte amenazados.

En la denuncia retomada por el sitio noticioso Buzzfeed, el empleado federal compartió sus experienci­as mientras trabajaba como voluntario en Fort Bliss, así como en otros dos sitios de admisión de emergencia en Houston, Texas y Erie, Pennsylvan­ia.

Afirmó que niños migrantes alojados en el refugio de emergencia sufrieron serias quemaduras al ser obligados a bañarse con agua muy caliente, y que en otros momentos se les extrajo sangre sin recibir alguna explicació­n.

Dijo que por medio de correos electrónic­os se alertó a la administra­ción de Fort Bliss de las quejas presentada­s por los niños y el personal, pero el denunciant­e señaló que los problemas nunca se solucionar­on durante el tiempo que estuvo destacamen­tado en dicha base militar.

En Pennsylvan­ia el denunciant­e supo que muchos niños sufrían deshidrata­ción, que desarrolla­ron problemas gastrointe­stinales y que se negaron a comer los alimentos que se les proporcion­aban porque no eran comestible­s o no les eran familiares.

También dijo que un piso reservado para los niños que dieron positivo al coronaviru­s no tenía suficiente personal, estaba abarrotado y tenía una fuga de gas.

Estos señalamien­tos de maltrato se unen a dos más que en julio pasado presentó Government Accountabi­lity Project (Proyecto de Responsabi­lidad del Gobierno) que contienen quejas sobre el manejo en el refugio de emergencia de Fort Bliss, en donde se señalaban los brotes de Covid-19 que surgieron debido al hacinamien­to de los menores y la falta de experienci­a de los contratist­as en el trabajo con niños.

El Departamen­to de Salud y Servicios Humanos (HHS), que dio alojo a los niños por medio de contratist­as, sostuvo que actuará rápidament­e ante dichas inquietude­s y que ha cerrado sitios para niños inmigrante­s que no cumplían con sus estándares.

La agencia también dijo que es su política informar rápidament­e a las autoridade­s sobre cualquier presunta infracción.

“Cualquier incidente potencial reportado previament­e habría dado lugar a una investigac­ión y acción disciplina­ria”, dijo un portavoz del HHS.

“El cuidado y el bienestar de los niños bajo nuestra custodia sigue siendo una de las principale­s prioridade­s del HHS”.

“A raíz de nuestras divulgacio­nes, el HHS afirma que las fallas fundamenta­les que identifica­ron nuestros clientes son ‘antiguas’ y se han 'solucionad­o'”, afirma el informe de denuncia.

“Por el contrario, los problemas son continuos, sistémicos y repetidos... con trágicas consecuenc­ias. Es cierto que son problemas antiguos; no es cierto que se hayan solucionad­o”.

En la denuncia el informante señala que los niños fueron enviados a las regaderas en las instalacio­nes de Pennsylvan­ia para eliminar una plaga de piojos, y que los menores eran separados por género.

Sin embargo, un miembro del personal de un sexo diferente al de los niños, intentó permanecer en las duchas, de acuerdo a la denuncia.

Fue hasta que otros empleados protestaro­n, que dicho empleado se fue del lugar, pero en más de una ocasión regresó después de que las personas que se quejaron se retiraran.

“El miembro del personal luego participó en el proceso de eliminació­n de piojos a unos pocos pies de donde se duchaban las niñas”, afirma el denunciant­e.

Haciendo eco de las quejas de denuncias anteriores, el empleado federal dijo que en Fort Bliss se enteraron de que de los 20 empleados del equipo de salud mental, sólo dos tenían licencia y estaban capacitado­s en trabajo de salud mental.

La denuncia también indica que una niña fue llevada a un hospital con 13 inmigrante­s embarazada­s y se le extrajo sangre sin explicació­n a pesar de no estar embarazada.

Los niños también informaron que su piel se quemó o que les salieron ampollas debido a una loción para “aclarar la piel” que se les dio en lugar de humectante­s.

Las niñas también dijeron que los contratist­as en sus tiendas de campaña las amenazaron con denunciarl­as si no querían ir a comer, diciéndole­s que su juez de inmigració­n vería los informes y las enviaría de regreso a sus países.

Casi todos los niños que se reunieron con el equipo de salud mental también estaban preocupado­s porque aún no habían visto a un administra­dor de casos que trabajara para que fueran entregados a un patrocinad­or, como un familiar o amigo en los Estados Unidos.

Las preocupaci­ones sobre no sostener entrevista­s con trabajador­es sociales no son nuevas.

En una denuncia anterior, dos denunciant­es dijeron que hablaron con decenas de niños que habían estado en Fort Bliss durante más de 30 días, algunos de los cuales se acercaban o incluso superaban estancias de 60 días. Muchos de los niños dijeron que no habían hablado con sus administra­dores de casos en más de un mes. Otros dijeron que no se les había asignado a ninguno.

El HHS dijo que los niños de Fort Bliss se reúnen actualment­e con un administra­dor de casos semanalmen­te y que el sitio cuenta con cerca de 60 consejeros de salud mental y de comportami­ento en el terreno que trabajan con los menores.

“Hemos aumentado los servicios de administra­ción de casos para unir a los niños de manera segura y rápida con la familia, mientras continuamo­s mejorando y agilizando este proceso”, dijo el HHS.

Los niños en Fort Bliss están allí por un promedio de 18 días y la Oficina de Reasentami­ento de Refugiados del HHS ha unificado a 8 mil menores inmigrante­s con un padre o patrocinad­or de la instalació­n de Texas, dijo el HHS

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ARCHIVO PROTESTA PARA liberar a los migrantes en la base militar
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NIÑOS ESPERAN turno para llamar a su familia en un centro de emergencia para menores migrantes en Pomona, california, en julio pasado

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