Origen de la equitación se remonta a hace 5 mil años
Informe muestra la evidencia más antigua de la época en la que se montaba a caballo
Washington— Los arqueólogos han encontrado las primeras evidencias directas de la equitación –una innovación que transformaría la historia– en unos esqueletos humanos de 5 mil años de antigüedad en Europa central.
“Cuando te montas a caballo y cabalgas rápido, es emocionante; estoy seguro de que los antiguos humanos sentían lo mismo”, dijo David Anthony, coautor del estudio y arqueólogo del Hartwick College. “Montar a caballo era lo más rápido que un humano podía desplazarse antes del ferrocarril”.
Los investigadores analizaron más de 200 restos óseos de la Edad de Bronce de colecciones de museos de Bulgaria, Polonia, Rumania, Hungría y la República Checa en busca de indicios de lo que Martin Trautmann, antropólogo de la Universidad de Helsinki y coautor del estudio, denomina “síndrome del jinete”, es decir, seis indicadores de que una persona probablemente montaba un animal, entre ellos unas marcas de desgaste características en las cavidades de la cadera, el fémur y la pelvis.
“Se pueden leer los huesos como si fueran biografías”, explica Trautmann, que previamente ha estudiado patrones de desgaste semejantes en esqueletos de épocas posteriores en las que la equitación está bien asentada en los registros históricos.
Los investigadores se centraron en esqueletos humanos –que se preservan mejor que los huesos de caballo en cementerios y museos– e identificaron a cinco probables jinetes que vivieron hace unos 4 mil 500 y 5 mil años y pertenecían a un pueblo de la Edad de Bronce llamado yamnaya.
“Hay evidencias anteriores de que se utilizaban arneses y se ordeñaba a los caballos, pero esta es la evidencia directa más antigua hasta la fecha de que se montaba a caballo”, dijo Alan Outram, un arqueólogo de la Universidad de Exeter que no participó en la investigación pero elogió el enfoque.
El estudio fue publicado el viernes en la revista científica Science Advances.
La domesticación de caballos salvajes en las llanuras de Eurasia fue fruto de un proceso, no un acontecimiento aislado, señalan los investigadores.
Los arqueólogos ya habían hallado pruebas de consumo de leche de yegua en restos dentales e indicios de equinos manejados con arneses y bocados que se remontan a más de 5 mil años, pero eso no indica necesariamente que los caballos fueran montados.
La cultura yamnaya, conocida por sus característicos túmulos funerarios, se originó en lo que hoy es parte de Ucrania y Rusia occidental, una zona llamada estepa póntica del Caspio. Los caballos que tenían eran distintos de los modernos –probablemente más asustadizos y menos tolerantes con los humanos–, aunque podrían haber sido los antepasados genéticos inmediatos de los caballos modernos, que surgieron unos siglos más tarde, señalan los investigadores.
Según Volker Heyd, arqueólogo de la Universidad de Helsinki y coautor del estudio, la importancia de los yamnaya radica en su espectacular expansión por Eurasia en tan sólo unas pocas generaciones, desplazándose hacia el Oeste hasta Hungría y hacia el Este hasta Mongolia.
Los investigadores dejan entrever que su relación con los equinos pudo haber facilitado en parte este asombroso desplazamiento. “Los caballos amplían el concepto de distancia: empiezas a pensar que lugares que antes estaban fuera de tu alcance son alcanzables”, dijo Anthony, arqueólogo del Hartwick College y coautor del estudio.
Esto no significa que los yamnaya fueran guerreros a caballo, ya que los animales que montaban eran probablemente demasiado asustadizos para las situaciones estresantes del campo de batalla, agregó.
Se analizaron más de 200 restos óseos de la Edad de Bronce en Europa central