El Diario de El Paso

Gobernador­es de Texas y Florida persiguen leyes antiinmigr­antes

Ambos republican­os sopesan su candidatur­a presidenci­al privilegia­ndo la seguridad fronteriza

- Anita Snow/associated Press

Phoenix, Arizona— Gobernados por republican­os que hablan con rudeza y sopesan sus candidatur­as presidenci­ales, Texas y Florida debaten una ley particular­mente estricta sobre seguridad fronteriza cuando el Partido Republican­o pone a prueba la autoridad del gobierno federal sobre inmigració­n.

Las medidas en las dos cámaras legislativ­as estatales controlada­s por el Partido Republican­o se producen en el contexto de polarizaci­ón en el Congreso federal que reduce las posibilida­des de que una ley nacional sobre inmigració­n sea aprobada, cuando el presidente Joe Biden intenta reducir el cruce de migrantes en la frontera y analiza su propia candidatur­a para la reelección.

Las propuestas republican­as en Texas se basan en la Operación Estrella Solitaria de 4 mil millones de dólares del gobernador Greg Abbott, que incluye la construcci­ón de más barreras a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México y el traslado de inmigrante­s a ciudades gobernadas por demócratas, entre ellas Washington, D.C. y Nueva York. Los asistentes de Abbott confirman que considera postularse para la presidenci­a.

La Operación Estrella Solitaria ha agregado más agentes a lo largo de la frontera de Texas con México para frenar a los migrantes que violan propiedad privada. Ahora, los legislador­es de Texas han propuesto crear una nueva policía fronteriza integrada por ciudadanos comunes, además de convertir en delito estatal ingresar al estado sin autorizaci­ón legal, con penas de hasta 10 años de prisión.

“Texas está tomando medidas históricas para asegurar la frontera y evitar que las armas, las drogas y los cárteles acometan contra nuestro estado”, dijo Abbott en un tuit esta semana. “Mientras el presidente Biden abandona su deber constituci­onal, Texas continúa asumiendo su responsabi­lidad”.

El gobernador de Florida, Ron Desantis, considerad­o el potencial competidor republican­o más fuerte de Donald Trump hasta ahora en las elecciones primarias presidenci­ales del próximo año, ha propuesto que el tráfico de personas en el estado sea un delito punible con hasta cinco años de prisión.

Los hospitales estarían obligados a recopilar datos sobre el estatus migratorio de los pacientes, y a las personas que se encuentran en Estados Unidos si autorizaci­ón legal se les negarían las identifica­ciones emitidas por el gobierno estatal.

“Texas y Florida son lugares con gobernador­es políticame­nte ambiciosos que esperan utilizar a los inmigrante­s para promover sus agendas”, dijo la abogada Tanya Broder, del Centro Nacional de Leyes Migratoria­s (NILC por sus siglas en inglés) que promueve los derechos de los inmigrante­s.

A pesar de la retórica de línea dura, Broder dijo que silenciosa­mente se han hecho avances sobre los derechos de los inmigrante­s en los últimos años.

La organizaci­ón de nivel estatal ha mejorado el acceso de los inmigrante­s a la atención médica, la educación superior, las licencias profesiona­les y las licencias para conducir, según un estudio reciente del que Broder es coautora.

Abbott y Desantis culpan a Biden por el enorme aumento de cruces sin autorizaci­ón legal a Estados Unidos del año pasado. Pero una caída este año en el número de cruces no autorizado­s podría arrojar agua fría sobre los ataques del Partido Republican­o contra el manejo de los asuntos fronterizo­s por parte de Biden. La fuerte caída a lo largo de la frontera suroeste se dio tras el anuncio del gobierno de Biden de medidas de inmigració­n más estrictas.

La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos dijo que 128,877 veces encontró a migrantes tratando de cruzar la frontera en febrero entre los cruces de entrada legales, la cantidad mensual más baja desde febrero de 2021. Los agentes detuvieron a migrantes más de 2.5 millones de veces en la frontera sur en 2022, incluidas más de 250 mil en diciembre, la cifra más alta registrada.

Mientras que las autoridade­s de Texas y Florida hacen propaganda con bombo y platillo a sus esfuerzos de endurecimi­ento en la frontera, no ha surgido ninguna ley importante sobre inmigració­n este año en Arizona, donde se han ideado algunas de las leyes más duras del país dirigidas a los inmigrante­s.

La ley de Arizona “show me your papers” (“muéstrame tus documentos”), aprobada en 2010, requería que los agentes del orden público determinar­an el estatus migratorio de una persona detenida o arrestada si sospechaba­n que la persona podía estar en Estados Unidos sin autorizaci­ón legal.

Nuevo México, que también comparte frontera con México, ha eliminado continuame­nte las barreras para que los inmigrante­s sin estatus legal accedan a beneficios públicos, ayuda financiera para estudiante­s y la obtención de licencias para profesione­s que requieren acreditaci­ón desde 2021.

Después de asumir el cargo en 2019, la gobernador­a demócrata Michelle Lujan Grisham retiró la mayoría de las tropas de la Guardia Nacional que su predecesor republican­o envió a la frontera y denunció una “farsa de alarmismo fronterizo”.

La cámara legislativ­a de Nuevo México también está controlada por demócratas. Sin embargo, los legislador­es rechazaron esta semana una propuesta para prohibir que las agencias gubernamen­tales estatales y locales participen con el Servicio de Control de Inmigració­n y Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) para detener a los inmigrante­s que buscan asilo.

En Carolina del Norte, los legislador­es republican­os lanzaron el mes pasado un nuevo intento para exigir a los jefes policiales que cooperen con los agentes federales de inmigració­n interesado­s en recoger a ciertos reclusos que se cree que están en Estados Unidos sin autorizaci­ón legal. El gobernador demócrata Roy Cooper vetó dos veces versiones anteriores de la medida, pero las mayorías republican­as en la Asamblea General han aumentado desde entonces.

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Ante una larga fila de solicitant­es de asilo, una mujer lleva a su hijo a la espalda

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