Agobia alta tasa de cáncer a Fuerza Aérea
Estudio demuestra que miembros del servicio están en mayor riesgo de tener la enfermedad que la población general
Porcentaje de cáncer mayor al de la Población: • tripulaciones aéreas Un 24% más alto • tripulaciones terrestres Un 3% más alto
Washington— Un estudio del Pentágono encontró altas tasas de cáncer entre los pilotos militares y, por primera vez, mostró que el personal de tierra que alimenta, mantiene y lanza esos aviones también se está enfermando.
Los datos han sido buscados durante mucho tiempo por aviadores militares retirados que han dado la voz de alarma durante años sobre la cantidad de miembros de la tripulación aérea y terrestre que sabían que tenían cáncer. Se les dijo que estudios militares anteriores habían encontrado que no estaban en mayor riesgo que la población general de los Estados Unidos.
En su estudio de un año de casi 900 mil miembros del servicio que volaron o trabajaron en aviones militares entre 1992 y 2017, el Pentágono encontró que los integrantes de la tripulación aérea tenían una tasa 87% más alta de melanoma y una tasa 39% más alta de cáncer de tiroides, mientras que los hombres tenían una tasa 16% más alta de cáncer de próstata y las mujeres una tasa 16% más alta de cáncer de mama. En general, las tripulaciones aéreas tenían una tasa un 24% más alta de cáncer de todos los tipos.
El estudio mostró que las tripulaciones de tierra tenían un promedio de 19% más alto de cáncer de cerebro y del sistema nervioso, un 15% más de cáncer de tiroides y una tasa un 9% más alta de cáncer renal, mientras que las mujeres tenían un 7% más alto de cáncer de mama. La tasa general de cánceres de todos los tipos fue un 3% más alta.
También se informaron buenas noticias. Tanto las tripulaciones terrestres como las aéreas tenían promedios mucho más bajos de cáncer de pulmón, y los equipos aéreos también tenían tasas más bajas de cáncer de vejiga y colon.
Los datos compararon a los miembros del servicio con la población general de EU después de ajustar por edad, sexo y raza.
El Pentágono dijo que el nuevo estudio era uno de los más grandes y completos hasta la fecha. Un informe anterior había analizado sólo a los pilotos de la Fuerza Aérea y había encontrado algunos promedios más altos de cáncer, mientras que este analizó todos los servicios y las tripulaciones tanto aéreas como terrestres. Incluso con el enfoque más amplio, el Pentágono advirtió que es probable que la cantidad real de casos de cáncer sea aún mayor debido a las lagunas en los datos, que dijo que trabajaría para remediar.
El estudio “prueba que ya es hora de que los líderes y los encargados de formular políticas pasen del escepticismo a la creencia y la asistencia activa”, dijo el coronel retirado de la Fuerza Aérea, Vince Alcazar, miembro de la Asociación de Pilotos de Combate de Red River Valley, que había presionado al Pentágono y el Congreso en busca de ayuda. Alcazar es miembro del comité de asuntos médicos de la asociación.
El estudio fue requerido por el Congreso en el proyecto de ley de defensa de 2021. Ahora, debido a que se encontraron índices más altos, el Pentágono debe realizar una revisión aún mayor para tratar de comprender por qué las tripulaciones se enferman.
Es difícil aislar las posibles causas, y el Pentágono tuvo cuidado de señalar que este estudio “no implica que el servicio militar en las ocupaciones de la tripulación aérea o de la tripulación de tierra provoque cáncer, porque existen múltiples factores potenciales de confusión que no se pudieron controlar en este análisis, como antecedentes familiares, tabaquismo o consumo de alcohol.
Pero las tripulaciones de aviación han pedido durante mucho tiempo que el Pentágono analice de cerca algunos de los factores ambientales a los que están expuestos, como los combustibles para aviones y los solventes que se usan para limpiar y mantener las piezas de las aeronaves, los sensores y sus fuentes de energía en los conos de los aviones, y el enorme sistemas de radar en las cubiertas de los barcos en los que aterrizan.
Cuando el Capitán de la Armada Jim Seaman regresaba a casa de un despliegue a bordo de un portaaviones, su equipo apestaba a combustible para aviones, dijo su viuda Betty Seaman. El piloto del A-6 Intruder murió en 2018 a los 61 años de cáncer de pulmón. Betty Seaman todavía tiene su equipo almacenado y todavía huele a combustible, “lo cual me encanta”, dijo.
Ella y otros se preguntan si existe un vínculo. Ella comentó que las tripulaciones podrían hablar sobre cómo incluso los sistemas de agua del barco olían a combustible.
Dijo que ella y otros tienen sentimientos encontrados acerca de finalmente ver en los datos lo que habían sospechado durante años sobre los cánceres de aviación. Pero “tiene el potencial de hacer mucho bien en cuanto a la comunicación y la detección temprana”, señaló.
El informe encontró que cuando a los miembros del equipo se les diagnosticaba cáncer, tenían más probabilidades de sobrevivir que los miembros de la población general, lo que sugirió el estudio se debía a que fueron diagnosticados antes a causa de los controles médicos regulares requeridos y tenían más probabilidades de tener una mejor salud debido a sus requisitos de aptitud militar.
El Pentágono reconoció que el estudio tenía lagunas que probablemente condujeron a un recuento insuficiente de casos de cáncer.
La base de datos del sistema de salud militar utilizada en el estudio no tenía datos confiables sobre el cáncer hasta 1990, por lo que es posible que no haya incluido pilotos que volaron aviones de la primera generación en las décadas anteriores.
El estudio tampoco incluyó datos de cáncer del Departamento de Asuntos de Veteranos ni de los registros estatales de cáncer, lo que significa que no registró casos de ex miembros de la tripulación que se enfermaron después de dejar el sistema médico militar.
La segunda fase del estudio intentará aislar las causas.