Contaminación asfixia a barrios pobres
Nuevo reporte de las autoridades de Salud muestra que la polución causada por camiones y autobuses provoca muertes prematuras entre los neoyorquinos de las minorías
Pedro Frisneda
pedro.frisneda@eldiariony.com No se ven y mucho menos se sienten. Pero las diminutas partículas de aire contaminado que circulan en las calles de la Gran Manzana, y que respiramos todos los días, están matando a cientos de neoyorquinos prematuramente cada año. Los más afectados son los residentes pobres y miembros de las minorías.
Así lo dio a conocer este miércoles el Departamento de Salud e Higiene Mental de la ciudad de Nueva York (DOHMH), al revelar los resultados de un estudio que analizó el impacto que tie- ne sobre la salud pública la polución ambiental causa otras fuentes contaminantes.
Según el reporte, unas 320 personas pierden la vida prematuramente cada año en la ciudad y otras 850 son hospitalizadas o tratadas en las salas de emergencia anualmente debido a la exposición de - ten los vehículos automotores, conocidas como PM2.5, las cuales pueden causar enfermedades cardiovasculares y respiratorias como asma, de cerebrales y paros cardíacos.
Tal como explica el reporte del DOHMH, el PM2.5 (pequeñas partículas sólidas y líquidas en el aire de menos de 2.5 micras de diámetro), es el contaminante del aire urbano más dañino, y el mis - queño como para penetrar profundamente en los pulmones y entrar en el torrente sanguíneo. Una exposición prolongada a estas partículas mediante la respiración puede causar daños irreversibles a la salud respiratoria y cardiovascular y puede contribuir a un mayor riesgo de muerte prematura.
“L a c a l idad del a i re en Nueva York ha mejorado dramáticamente en las últimas décadas, pero los niveles de contaminación siguen siendo perjudiciales para los neoyorquinos, especialmente para aquellos que viven en barrios de bajos ingresos”, dijo la comisionada de salud, la doctora Mary T. Bassett.
Vecindarios peligrosos
Una infografía interactiva en línea, dif undida por el DOHMH, muestra que las zonas con los niveles de pobreza más elevados son las más afectadas por la exposición continua a esta polución cuando se compara con vecindarios más ricos, y por ende son los que tienen mayores impactos negativos en la salud de sus residentes.
Según el análisis, los barrios más pobres de la Gran Manzana experimentan 1.7 veces más exposiciones de PM2.5 y tienen tasas de visitas al hospital por asma 9.3 veces más altas debido a las emisiones de camiones Y autobuses. Entre ellos destacan barrios con gran población de latinos como el Sur de El Bronx, el East Harlem y Lower East Side en Manhattan y Williamsburg y Buswick en Brooklyn en donde, según el reporte del DOHMH, más del 30% de los residentes viven por debajo del nivel de pobreza federal.
“Aquí el ambiente está so- brecargado porque pasan muchos camiones y autobuses constantemente. Además, hay mucha gente y construcciones (…) Estamos sobresaturados”, se quejó Belkis Rodríguez, una dominicana que tiene 19 años residiendo en el vecindario de Bushwick, en Brooklyn.
“Esta contaminación afecta mucho a los niños. Tengo vecinas que han tenido que encargar medicinas para sus hijos porque son asmáticos”, agregó Rodríguez mientras paseaba a su nieto de cuatro años en un coche por la congestionada intersección de las avenidas Knickerbocker, Greene y Myrtle.
Cerca de ella, y también transportando a un infante en un coche, la mexicana Catalina Huerta dijo sentirse preocupada por la salud de los niños del sector.
“La contaminación se siente en el aire. Hay mucho smog por los camiones y al respirar sientes que el aire no está limpio”, dijo la mujer origina-