OTRA PRUEBA PARA EL GOBIERNO MEXICANO L
a captura en Guatemala del ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte, es una buena noticia que abre muchos interrogantes para el desprestigiado gobierno del presidente Enr ique Peña Nieto.
La atención está puesta sobre cómo el gobierno mexicano lidiará con el político más famoso en el día de hoy ligado a la corrupción, una vez según palabras del mandatario mexicano integró “a la nueva generación del priismo que marcará desde el rumbo de México”.
Estas dudas surgieron desde el primer momento cuando el gobierno mexicano decidió seguir el camino de la extradición cuando aparentemente pudo haber seguido uno más rápido. Duarte fue capturado con un pasaporte falso por lo cual pudo haber sido simplemente expulsado y puesto del otro lado de la frontera para ser recogido por las autoridades mexicanas. les daba agua destilada en vez de medicamento y se compraron de 50,000 pruebas falsas para la detección sida. Su sexenio fue marcado por la corrupción, la pobreza, los secuestros, las extorsiones y más de cuatro mil homicidios.
Hay decenas de denuncias en la PGR que sospechosamente no se han movido. Hasta ahora no se presentaron cargos contra la esposa de Duarte, Karime Macías, ni contra cómplices y testaferros del ex gobernador.
Poco se puede esperar nada del gobierno si el funcionamiento del Sistema Nacional Anticorrupción sirve de ejemplo. Fue aprobado en 2016, e inaugurado hace unos días lo dirija porque el Congreso no se pone de acuerdo. El ambicioso proyecto hoy es solo un impotente Comité Coordinador.
Seguramente lo que ocurra con Duarte, para bien y para mal, será un ejemplo de la realidad mexicana.•