Richard Trumka
El presidente Donald Trump ganó en 2016 con promesas de fortalecer a las clases media y trabajadora pero, en una jornada de marchas de costa a costa en el país por el “Día del Trabajo”, activistas y líderes sindicales reclamaron una agenda que verdaderamente promueva su avance social.
La falta de un aumento al salario mínimo, el debilitamiento de la industria manufacturera, el golpe de la globalización en el mercado laboral, y el combate contra los sindicatos, son apenas algunos de los retos que afrontan los trabajadores en Estados Unidos, muchos de los cuales votaron por Trump promisorio.
de las exigencias por las que centenares de miles de trabajadores y activistas de la comunidad inmigrante partici de eventos en todo el país.
Varias encuestas dejaron en claro en 2016 la ansiedad económica de trabaja - tades para pagar la hipoteca, ahorrar para la educación universitaria de sus hijos, o guardar para su jubilación. Algunos ni siquiera llegan
En entrevista con este diario antes de participar en una protesta en Washington, el presidente de la federación sindical AFL-CIO, Richard Trumka, aplaudió que Trump esté incentivando a las empresas a mantener sus operaciones en EEUU pero eso, ! los trabajos ofrecen salarios bajos y poca voz para los trabajadores.
“El presidente Trump debe " para exigir un alto a la intimidación en los sitios de empleo, rechace de una vez la política del “derecho al trabajo”, y promueva y proteja la libertad de todo trabajador a formar o sumarse a un sindicato y negociar mejores condiciones de vida”, enfatizó Trumka.
L a pol ít ic a de “r ight to work”, adoptada en 28 es que prohí ben las negociaciones colectivas entre empleadores y sus empleados.
“No vamos a ser un caje # partido político: nos alzaremos contra los republicanos corporativos que ataquen a los trabajadores y contra los demócratas neoliberales que
Presidente de AFL-CIO