Centroamericanos: entre la MS-13 y la deportación
EFE
Ent re las a menazas y c r ímenes de los miembros de la pandilla MS-13 y la determinación del presidente Donald Trump de deportar a los miembros de esta banda, decenas de jóvenes centroamericanos están atrapados ante la posibilidad de convertirse en víctimas colaterales de alguno de los dos bandos.
“Sí, hay miedo en estas calles, mire necesito quitarme un tatuaje, no quiero que me confundan con un pandillero. Como están las cosas me arresta la ‘migra’ (Inmigración) y me deportan a El Salvador”, dijo Nelson Rivas, de 23 años y oriundo de Sonsonate.
El salvadoreño emigró a Los Ángeles hace 10 años y se radicó en el área de Pico Unión, hogar de la comunidad salvadoreña y de la pandilla MS-13.
Esta banda criminal se fundó en 1980 en medio de una ola de migrantes salvadoreños que huía de la guerra y posteriormente se esparció por Centroamérica tras la deportación de algunos de sus líderes.
Rivas tiene un tatuaje en su brazo derecho con las letras “ES”. El inmigrante asegura que ese tatuaje es un homenaje al país que le vio nacer.
No obstante, desde que - migración etiquetaron a un joven como pandillero por tener un tatuaje quiere borrarlo. “Esa es la disculpa de Trump para sacarnos a todos, no importa si no somos criminales”, consideró.
En las últimas semanas la Administración Trump ha arreciado en sus amenazas de expulsar del país a los miembros de la MS-13. El mandatario ha catalogado a esta pandilla como el enemigo número uno del país, y ha ordenado a los agentes de Inmigración que se concentren en estos individuos.
Sin embargo, los expertos prevén que pagarán justos por pecadores.
En las calles de Long Island, en Nueva York, buscan a los supuestos miembros de la MS13 que habrían matado brutalmente a once personas en menos de un año.
Las muertes a machetazos habrían servido de combusti Jeff Sessions, viajara al área y prometiera mano dura contra esos inmigrantes ilegales.
“Nadie quiere salir de su casa, los negocios están vacíos, y entre los pandilleros y la ‘migra’ estamos atrapados”, explicó Ernesto Trejo, miembro del Comité Independiente Salvadoreño de Nueva York, y residente de Brentwood.