IRMA REVIERTE FIEBRE ANTIGUBERNAMENTAL C
on la l legada del huracán Har vey a Texas muchos recordaron la oposición del senador republicano Ted Cruz a dar fondos a los dam = que golpeó la costa este en 2012. El mismo que hoy clama con urgencia una ayuda similar para su estado.
Este no es solo un caso de hipocresía personal. Es una inconsistencia ideológica conservadora que apli ' - cios de un gobierno federal limitado y pequeño según su conveniencia.
El senador Tom Cotton de Arkansas también se opuso a la ayuda federal en el caso de Sandy, pero la pidió en 2015 cuando las inundaciones en 2015 llegaron a su estado. Para cuatro legisladores de Colorado hubo unos meses de diferencia entre su rechazo a Sandy y su petición de ayuda por inundaciones. Estos son tan solo unos ejemplos.
La declaración del expresidente Ronald Reagan de que el gobierno no es la solución, sino el problema fue el comienzo de una ofensiva que lleva décadas de recortes sus regulaciones. Hoy está pidiendo la presencia del EPA en Houston.
Las tragedias ponen a prueba la condición humana que se ve en la solidaridad hacia ayuda sin importar la condición inmigrante de quien la da y de quien la recibe.
Hay también un importante papel colectivo que se manifiesta en la presencia del gobierno federal. Es cierto que hay burocracia, que a : es el enemigo.
' ' - tal esconde realidades. Las cifras muestran que los estados rojos, republicanos y más conservadores, son los regularmente reciben más fondos federales. El 32% de los ingresos del gobierno de Texas viene de Washington, según el Tax Foundation.
La administración Trump tiene una agenda ideológica para desmantelar el gobierno federal quitándole fondos y personal. Los huracanes Harvey e Irma muestran que naturaleza llama a una realidad que destruye la teoría antigubernamental más arraigada.•