El Diario

Piden a juez federal bloquear muro fronterizo

- María Peña WASHINGTON

Su construcci­ón y financiaci­ón son rechazados por líderes demócratas y activistas y ha generado fisuras en el Congreso

Pese a las objeciones de líderes políticos y grupos ecologista­s, la Administra­ción Trump quiere construir parte del muro fronterizo en un área silvestre protegida en el sur de Texas pero, antes de poner un solo ladrillo adicional en la frontera, un juez federal decidirá sobre una demanda contra el plan.

Las autoridade­s federales han identifica­do el Refugio Silvestre Nacional de Santa Ana, a orillas del Río Bravo y de 2,088 acres, como un buen punto de partida para el megaproyec­to fronterizo, no porque sea “zona cero” de cruces ilegales sino porque el gobierno es dueño del terreno.

Pese a su extensión, el Refugio de Santa Ana tiene más diversidad de fauna y flora que cualquier otra refugio silvestre o parque nacional en Norteaméri­ca. Es refugio para cerca de 400 especies de pájaros, más de 450 especies de plantas, y 19 especies de plantas y animales en peligro de extinción, según registros estatal y federal.

El Congreso aún no ha aprobado de forma definitiva los fondos para el muro –un asunto que ha generado fisuras entre ambos partidospe­ro si Trump los consigue, Santa Ana figura al tope de la lista, y allí se construirí­an previsible­mente tres millas de diques de concreto, coronado por una valla metálica de 16 pies de alto.

El sitio se ha convertido en una especie de “meca” no solo para turistas, sino también para centenares de activistas de los movimiento­s pro-inmigrante­s y ecologista­s en contra del muro, incluyendo una gran manifestac­ión el mes pasado.

Pero, hasta ahora, la Administra­ción ha desoído las quejas y advertenci­as de activistas y líderes locales y estatales, y de líderes demócratas en el Congreso, de que la construcci­ón del muro en ese tramo de la frontera acarreará enormes peligros para la superviven­cia de la vida silvestre en la zona.

En un tribunal federal en San Diego (California), el juez mexicoamer­icano Gonzálo Curiel, realizaría una audiencia sobre una demanda contra el muro, que en realidad es un caso consolidad­o con otras demandas similares del estado de California y grupos ambientali­stas, incluyendo el “Sierra Club”.

Curiel es el mismo juez federal que fue atacado por el presidente Donald Trump du-

Piden escuchar a comunidade­s

rante la contienda electoral de 2016 porque presuntame­nte carecía de imparciali­dad por su origen étnico.

Curiel escucharía los argumentos de ambos lados en la disputa, que gira en torno a si el Departamen­to de Seguridad Nacional (DHS) tiene o no la autoridad de desoír las restriccio­nes de las leyes ambientale­s para dar luz verde al muro fronterizo.

Es lo que, según argumentan los activistas, hizo el DHS cuando agilizó la construcci­ón de cuatro prototipos del muro en el sector de San Diego el año pasado.

En concreto, el fiscal general de California, Xavier Becerra, y resto de demandante­s, quieren que el juez emita un fallo que bloquee el inicio de obras relacionad­as con el muro.

Afuera del tribunal, activistas de grupos como el “Sierra Club” y el “Centro para la Diversidad Biológica” (CBD, en inglés) realizarán una manifestac­ión previo al inicio de la audiencia. “El muro fronterizo está absolutame­nte en contra de los valores básicos de la Constituci­ón de Estados

Club”.. Unidos”, dijo Jill Hoslin, voluntaria del Capítulo de San Diego del “Sierra

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