Estudian cambio sobre la ayuda para inmigrantes
La Administración Trump aún no ha hecho ningún anuncio sobre la propuesta en ciernes
Como parte de su esfuerzo por restringir la inmigración legal, la Administración Trump estudia un posible cambio regulatorio para que sea más difícil obtener la residencia permanente u otro ajuste migratorio a extranjeros que puedan recibir beneficios públicos para ellos o sus hijos estadounidenses.
El cambio en los reglamentos
El DHS recurre
relacionados con la “carga pública” es por ahora sólo un borrador de propuesta, pero ya ha sonado las alarmas entre grupos defensores de los inmigrantes en todo el país.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) “propone esclarecer qué tipos de beneficios públicos tomará en cuenta al determinar si un extranjero puede convertirse en una carga pública”, explica el borrador.
En concreto, el cambio propuesto permitiría que las autoridades migratorias puedan negar la “tarjeta verde” u otro ajuste migratorio a quienes considere que puedan depender de ciertos beneficios públicos para ellos o sus hijos nacidos en EEUU.
La Administración ya había intentado algo similar el año pasado mediante una orden ejecutiva filtrada a la prensa pero que nunca se adoptó oficialmente.
La ley migratoria actual define como “carga pública” a individuos que reciben ayuda del gobierno a través de programas financiados por el gobierno, incluyendo cupones de comida.
Pero el DHS quiere ampliar el escrutinio de los beneficios públicos que reciba un extranjero o su familia en el futuro, argumentando que el uso de esas ayudas por parte de extranjeros puede “proveer un aliciente para que los extranjeros emigren a EEUU”.
Es decir, el DHS recurre al conocido argumento de los ultraconservadores de que los inmigrantes son una “carga pública” porque utilizan programas financiados con los impuestos de los estadounidenses. Un estudio de 2016 de las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina determinó que entre los hogares inmigrantes con menores de edad, el 5.5% recibe subsidios públicos, y el 4% recibe ayuda de vivienda, comparado con los hogares estadounidenses, donde los porcentajes son del 6.3% y 5%, respectivamente.
De implementarse, el cambio permitiría que el DHS tome en cuenta si un extranjero –ya sea que solicita la residencia permanente u otro tipo de visa- recibe beneficios como “Head Start”, el Programa de Cuidado de Salud para Niños”(CHIP), cupones de comida, asistencia alimentaria para “WIC”, “Medicaid” o subsidios de vivienda. entre otros.