Junto a otras leyendas
LeBron James consiguió doble-doble de 24 puntos y entregó 10 asistencias como líder encestador y los renovados Cavaliers de Cleveland superaron de visitantes por paliza de 121-99 a los Celtics de Boston.
James se encargó de frustrar el día de Paul Pierce, que vivió la retirada del número 34 que vistió de profesional con los Celtics.
Pero James se olvidó de lo especial del día para Pierce y los Celtics y superó una lesión en la pierna durante el primer cuarto del partido y encestó 13 tantos en el segundo, ocho de ellos durante una racha de 13-2 que convirtió un déficit de un punto en una ventaja de dos dígitos, que ya nunca más perderían.
Cuando los Cavaliers consiguieron ventaja de 27 puntos a la mitad del cuarto, la multitud comenzó a gritar “¡Queremos a Paul Pierce!”, pero el jugador permaneció en el banquillo, esperando la ceremonia posterior al partido en la que se retiraría su camiseta con el número 34 a lo más alto del TD Garden.
Pierce se convirtió en el jugador número 23 en la historia de la franquicia en recibir ese honor.
Junto a James, Jordan Clarkson, que llegó en el traspaso de Isaiah Thomas a los Lakers, mostró de inmediato como reserva su gran clase al aportar 17 tantos y en el escolta J.R. Smith, junto con otro recién llegado, Rodney Hood, que también salió del banquillo aportaron 15 tantos cada uno.
Los Celtics han perdido tres de sus últimos cuatro partidos y cayeron detrás de los Raptors de Toronto en la lucha por el liderato de la División Atlántico y de la Conferencia Este,
Mientras que los Cavaliers, que sumaron su tercera victoria seguida, están 5,5 juegos por detrás de los Celtics y ocupan el tercer lugar de la Conferencia Este.
Esta vez Kyrie Irving, exjugador de los Cavaliers, no pudo ser tampoco factor ganador al aportar 18 tantos y repartió cinco asistencias.
El número de Pierce se unió al que en alguna ocasión vistieron jugadores de la calidad de Bill Russell, Larry Bird y John Havlicek, cuyas camisetas ya cuelgan sobre el campo de juego.
“Todos los días cuando entro a las instalaciones de entrenamiento y veo esos números, son momentos inspiradores”, admitió Pierce con emoción. “Cada vez que las veía decía: ‘Un día yo también quiero estar allí arriba’”.
Pierce indicó que siempre quiso estar el tiempo suficiente con los Celtics, porque los números retirados de los jugadores convertidos en leyenda
“para mí siempre fueron un ejemplo a seguir”.
Pierce espera que la próxima generación de los Celtics se inspire mirando su número allá arriba.
“Me gustaría que los jugadores más jóvenes entiendan que usan este uniforme no por el nombre en la espalda, sino porque se trata del orgullo de pertenecer a los Celtics”, subrayó Pierce.