Sessions se escuda en la Biblia
La separación de niños de sus padres -con la posibilidad de instalar “ciudades de carpa” en bases militares-, como elemento disuasorio contra la inmigración ilegal, ha generado la mayor indignación entre la Iglesia Católica y otras comunidades de fe, grupos progresistas y defensores de los derechos de los inmigrantes, organizaciones médicas y de pediatría, y organismos internacionales.
Jess Morales Rocketto, directora política de la Alianza Nacional de Trabajadoras Domésticas (NDWA), uno de los grupos que apoyan las protestas, señaló que no tiene sentido moral ni fiscal el separar a niños y enviarlos a albergues lejos de sus padres.
“La indignación y la resistencia va ir aumentando mientras la Administración no cese esta crueldad contra las familias inmigrantes”, enfatizó.
Parte de la ira está dirigida al Congreso, donde la mayoría El fiscal general Jeff Sessions se escudó ayer en un pasaje bíblico para defender las políticas que están causando centenares de casos de separación de familias de inmigrantes indocumentados en la frontera sur del país.
“Las personas que violan la ley de nuestra nación están sujetas a enjuiciamiento. Te citaría al apóstol Pablo y su mandato claro y sabio en Romanos 13 de obedecer las leyes del gobierno porque Dios las ha ordenado para que haya orden”, dijo Sessions durante un discurso en el estado de Indiana, según medios locales.
republicana ha hecho caso omiso a los reclamos, y la minoría demócrata está prácticamente marginada de las negociaciones para una eventual reforma migratoria. Además, el fiscal general hizo un llamamiento a los líderes religiosos para que “insten a cualquiera que venga aquí a solicitar (asilo) legalmente, a que espere su turno y no viole la ley”.
Sessions pidió a sus “amigos de la iglesia” que no lo critiquen por haber empezado a implementar unas directrices por las que los inmigrantes que atraviesan la frontera junto a sus hijos son llevados a centros de detención y separados de los menores, a los que trasladan a centros de acogida del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS).
En Washington, la protesta prevista cerca del Capitolio para altas horas de la tarde cuenta con la participación de varios líderes demócratas de ambas cámaras del Congreso, y activistas de toda el área capitalina y de una decena de estados.
La senadora demócrata por California, Dianne Feinstein, presentó recientemente un proyecto de ley para prohibir que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) pueda separar a las familias, salvo casos excepcionales, pero éste no tiene apoyo republicano y es poco probable que los republicanos, que controlan el Senado, programen un voto.
DACA, a la medida republicana
El presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, dio luz verde al voto de sendas medidas para resolver el limbo de los “Dreamers”, en parte para aplacar una rebelión de demócratas y algunos republicanos que promovían una medida especial para forzar un voto migratorio.
La medida parlamentaria, conocida en inglés como “discharge petition”, sólo necesita dos firmas adicionales, de un total de 218, para obligar a un voto sobre el futuro del programa de “acción diferida” (DACA) de 2012.
Pero la estrategia de Ryan afronta oposición de los demócratas porque al menos una de las medidas en lisa, del republicano Bob Goodlatte, se enfoca en medidas policiales contra la población indocumentada, tal como exige la Casa Blanca.
No hay posibilidad alguna de que se debata siquiera un “Dream Act”, una medida demócrata para la legalización permanente de los “Dreamers”.
La segunda medida no tiene participación de los demócratas y, a juzgar por un texto preliminar filtrado anoche a la prensa, también se ciñe a los cuatro pilares del plan migratorio del presidente Donald Trump para la eventual legalización de 1.8 millones de “Dreamers”: reforzamiento de la seguridad fronteriza y de las leyes al interior del país; la eliminación de la lotería de visas, y una drástica reducción a la inmigración legal.
Ayer mismo, el vicepresidente, Mike Pence, quiso “vender” las bondades de ese plan migratorio durante un encuentro de líderes evangélicos en Washington, al insistir en el argumento de la Administración de que la inmigración ilegal perjudica a comunidades en ambos lados de la frontera con México.l