Bryce Harper fue profeta en su tierra
El toletero de los Nacionales gana en su patio el Derby de Jonrones
440 pies (134 metros) durante los cuatro minutos de tiempo regular.
Después de que conectó el tablazo ganador, el toletero de los Nacionales lanzó su bate al aire y apuntó ambos dedos índices hacia el cielo mientras las serpentinas comenzaron a caer sobre las cabezas de los 43,698 aficionados que llenaron las gradas del Nationals Park.
Harper, de 25 años, hizo arreglos para tener a su padre, Ron, lanzándole en el concurso anual que es parte de las festividades del Juego de las Estrellas.
El toletero de los Nacionales, Harper, seis veces seleccionado por la Liga Nacional, respondió con una actuación que provocó los gritos más ruidosos de la noche.
Harper, que se presentó con una banda en la cabeza que asemejaba a la bandera del Distrito de Columbia y una manga en el brazo derecho con las franjas y las estrellas de la bandera estadounidense, estaba abajo con 18-9 con 1:20 de tiempo restante antes de remontar.
Su compañero en Washington, Max Scherzer, el abridor por la Liga Nacional para el partido de ayer, también apreció el momento.
“Es increíble. Estamos en casa”, señaló Scherzer. “El público lo respalda. Entró en ritmo, no se complicó y siguió pegando jonrón tras jonrón”.
Harper reiteró de nuevo que gracias a los lanzamientos que le hizo su padre le permitieron pegar con solidez y consistencia a la pelota.
“Sólo soy tan bueno como el que me lanza la pelota”, subrayó Harper con una sonrisa ante los periodistas.
Los grandes derrotados fueron los dos únicos latinoamericanos que competían, el venezolano Jesús Aguilar, de los Cerveceros, y el puertorriqueño Javier Báez, de los Cachorros, al ser, ambos, eliminados en la primera ronda.