LA FALSA CARGA PÚBLICA
Más allá de las declaraciones escandalosas y de la vergüenza internacional que nos causa esta administración, los cambios que está implementando en el terreno de los hechos son catastróficos y a veces irreversibles.
Primero, el gobierno de Donald Trump arrancó a miles de familias de solicitantes de asilo a sus niños. Generó sufrimiento injustificado a quienes buscaban legalmente ayuda y protección, sin ser indocumentados.
Luego, aún bajo orden judicial no ha devuelto a la mayoría de ellos, en parte porque ni siquiera sabe en dónde están los niños, en parte por crueldad e indiferencia tanto al sufrimiento humano como al imperio de la ley.
Además, declaró que la violencia doméstica y ser víctima de pandillas ya no contaban como calificación para pedir asilo y dejó a miles de víctimas sin siquiera la protección de la esperanza de poder refugiarse en nuestro país.
Ahora, sin anuncios y sin publicidad, el gobierno redobla sus ataques contra los inmigrantes latinos legales.
En el documento PM602-0163 dado a conocer la semana pasada, el gobierno anuncia que a partir de agosto, aplicará nuevos tipos de condicionantes para rechazar o incluso retirar la residencia legal permanente o la ciudadanía. Y fiel a la tendencia de criminalizar a las familias y calumniar las verdaderas razones de la inmigración, pone en un mismo plano a criminales y a aquellos que simplemente han pedido ayuda federal en alimentación o salud.
Así, discrimina a familias que ganen menos de 62,750 dólares por año, o a aquellas que carecen de empleo. Asimismo impone - a discreción del empleado migratorio una “fianza” de 10,000 dólares, con el claro propósito de favorecer a los pudientes y penalizar la pobreza.
Efectivamente, quien carezca de un abogado que revise a detalle los casos tendrá pocas probabilidades de éxito.
La nueva política no tiene nada que ver con la inmigración indocumentada, sino que limita severamente la otorgación de residencia permanente o ciudadanía a quien haya solicitado, porque necesitaba, programas como: Medicaid, Medicare si es pagado pro una agencia del gobierno, SSI, TANF, SCHIP, programas de nutrición WIC, o de nutrición suplementaria SNAP, beneficios del departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD), asistencia de energía eléctrica para hogares de bajos ingresos (LIHEAP), e incluso crédito tributario por bajos ingresos (EITC), Becas Pell.
Es la peor manera de negar el sueño americano, de impedir que alguien, con el sudor de su frente, logre avanzar en las filas económicas y sociales del país con dignidad. Se acepta y atrae a quienes no tienen necesidad de emigrar a EEUU; se rechaza al inmigrante de siempre, el que construyó EEUU, el que vino por apremio y necesidad.
La nueva política posibilita a los funcionarios rechazar peticiones sin derecho a la apelación.
La restauración de la normalidad en el plano migratorio debe ser una reivindicación a izar en el próximo ciclo electoral y en la agenda del próximo gobierno.•