Tenga en cuenta lo siguiente:
● Los niños influyen mucho en las compras que hacen los mayores cuando es para ellos. Según Deloitte, de los $12,700 millones que se gastarán las familias en ropa y accesorios unos $2,400 estarán determinado por lo que quieren los menores y en el caso de aparatos electrónicos y material escolar se manejan cifras similares (aunque algo más bajas). Eso puede ser la base perfecta para un problema: que el presupuesto se descompense. Pero también para una oportunidad, enseñar a los niños a manejar una cantidad finita de dinero y hacerles partícipe no solo de la compra sino del proceso de gastar el dinero.
● Cuando los niños son pequeños, no compre de una vez todos los uniformes o la mayoría de la ropa por más barato que sea comprar paquetes de calcetines o tenga a mano una oferta. Los niños crecen rápidamente y aquellos pantalones que quedaban un poco largos puede que se queden casi nuevos en apenas semanas. Además, según Consumer Reports, la ropa es más barata después de septiembre, cuando cesa “la urgencia”.
● Mucha ropa se queda prácticamente sin usar, e incluso nueva, cuando los niños crecen mucho. Ahora es fácil tener grupos de padres vía WhatsApp, grupos de e mail o apps como Class Dojo que permiten hacer intercambios o reventas a bajo precio.
● Compare precios, busque ofertas, use cupones. Use webs como camelcamelcamel.com o Ebates.com que devuelven dinero y resista las compras por impulso.
● Uti●izar tarjetas de crédito no es una excusa para hacer excepciones con el presupuesto porque si deja un balance en ella los intereses pueden encarecer las compras.
● En cualquier caso, si compra en la red siempre es mejor usar tarjetas de crédito y no de débito ya que estas ofrecen protecciones contra el fraude y es más fácil y menos costoso disputar un posible error o fraude.