Miles esperaron horas para entrar al Capitolio y despedir al senador
√@mariaxupen Ante un féretro arropado con la bandera de Estados Unidos bajo la cúpula del Capitolio, líderes de la clase política rindieron ayer tributo al fallecido senador republicano por Arizona, John McCain, como un “patriota” y “líder generacional”, mientras miles de personas del público se sumaron al tributo.
McCain falleció el pasado 25 de agosto a los 81 años de edad, tras una batalla de un año contra el cáncer cerebral. Es apenas el trigésimo primer líder en tener el honor de estar en capilla ardiente en el Capitolio. Su féretro fue colocado en el mismo catafalco utilizado para los servicios fúnebres del presidente Abraham Lincoln en 1865.
En un hacinado salón del Capitolio, el vicepresidente, Mike Pence, y los principales líderes republicanos de ambas cámaras del Congreso ofrecieron breves pero emotivos discursos en los que elogiaron la vida y carrera de servicio público de McCain (1936-2018), desde su servicio militar en la Marina y su sacrificio como prisionero de guerra en Vietnam, hasta sus 38 años en el Congreso.
“En nombre de una agradecida nación, recordaremos para siempre que John McCain sirvió a su país y sirvió a su país de forma honrosa”, dijo Pence, quien elogió su “voluntad de hierro”.
En ese sentido, Pence, quien fue legislador republicano por Indiana en la Cámara de Representantes, dijo que aunque ambos no siempre estuvieron de acuerdo, las credenciales conservadoras de McCain en torno a un papel limitado del gobierno, la reforma tributaria y el apoyo a las Fuerzas Armadas “desde luego hicieron a nuestra nación más próspera y más segura, y le echaremos de menos”.
Por su parte, el líder de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnell, afirmó que “generaciones de estadounidenses continuarán maravillándose del hombre que yace ante nosotros, el engreído y apuesto aviador naval que apenas pasó raspado la escuela, y luego luchó por la libertad en los cielos”.
McCain “dio fe de nuestros más altos valores aún a través de una terrible tortura y que se convirtió en un líder generacional en el Senado de EEUU, donde nuestra nación ventila sus grandes debates”, recordó McConnell, en la ceremonia que fue transmitida en vivo por las cuatro principales cadenas televisivas.
Mientras, el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, observó que aunque McCain no logró cum-
plir su deseo de alcanzar la presidencia -perdió frente al demócrata Barack Obama en 2008- consiguió algo mucho más “perdurable”: “el afecto duradero de sus conciudadanos y (ser) un ejemplo para futuras generaciones”.
Sentada en primera fila en una silla de ruedas, la madre de McCain, Roberta, de 106 años, escuchaba atentamente cada discurso, en compañía de la viuda del senador, Cindy, y sus hijos. En un momento, la anciana tomó de la mano a su nieta, Meghan, sentada a su lado sin contener el llanto.
Antes de salir del salón, familiares, amigos y colegas del fallecido senador pasaron frente al ataúd, algunos haciendo la señal de la cruz, inclinándose ante el féretro, o dandole palmaditas en señal de respeto.l