PRIORIDADES DE TRUMP
En un presupuesto se establecen prioridades. A lo más importante se le da más dinero, a lo que es menos, se le quita. Un ejemplo es cómo la política de extender el encierro de los menores de edad indocumentados se convirtió en un drenaje de fondos.
La urgencia de dinero adicional a lo presupuestado para las operaciones de la Agencia para el Control de la Inmigración (ICE) como para la Oficina de Reubicación de Refugiados (ORR)- a cargo de los menores no que llegaron solos- indica que las costos superaron inesperadamente lo planeado.
Es otra señal de la improvisación con que se maneja una política migratoria basada en persecución y encierro de inmigrantes.
La semana pasada el Departamento de Salud y Recursos Humanos comunicó al Congreso que estaba redirigiendo 266 millones de dólares de su área para cubrir los gastos de atención a los 13,312 menores en custodia federal. La cifra récord de detenidos ya ocupa el 92% de la capacidad de las facilidades de ORR. Con parte de esos fondos se ampliará una “ciudad carpa” en Texas que se había planeado el cierre en julio.
Para mantener la operación se tomó fondos asignados a refugiados, a los programas Head Start y Ryan White contra el sida, y del Instituto Nacional de Cáncer. El dinero no perjudica en gran manera los programas. Pero sí hace pensar en las opciones de que se priven algunos niños de educación y nutrición preescolar, reducir una promoción para evitar el contagio del virus VIH o quitar recurso asignado para el combate al cáncer para expandir el encierro indefinido de menores.
El aumento de la población de menores indocumentados encerrados no significan que llegan más a la frontera. Refleja el cambio de la administración Trump de obstaculizar su posibilidad de ser recogidos por familiares. Se dice que son protecciones para protegerlos de que no caigan en mala manos. En realidad, los jóvenes son una carnada. Oficialmente ya hay 40 adultos que se acercan para hacerse cargo de ellos que terminan por detenidos por indocumentados.
En el caso de ICE, parte de los fondos adicionales provienen de otras áreas del Departamento de Seguridad Interna. En específico, la Agencia Federal de Emergencia (FEMA) entrega parte de los 200 millones extras que van para gastos de detención, transporte y remoción de inmigrantes. Esta parece ser en la práctica una nueva definición de emergencia. Ya no es solo rescatar damnificados y reparar daños, sino también deportar.
ICE tiene una mala reputación administrativa, especialmente en estas operaciones. Las declaraciones pasadas en el Congreso se refieren a “la falta de disciplina fiscal”, al gasto de una “manera insostenible” y a rechazar peticiones adicionales de fondos “para cubrir los excesos de ICE”. No obstante, se aprobaron las transferencias.
No importa que ICE derroche dinero, ni la educación, el sida o el cáncer cuando la menores.. prioridad es deportar adultos y encerrar indefinidamente