El Diario

Auditarán contratos de alimentos del Departamen­to de Educación de NYC

Imágenes de panes verdes y precios excesivos han despertado preocupaci­ón en la ciudad

- José Martínez

Un año después de que se anunciara que los almuerzos estarían disponible­s de forma gratuita para los más de un millón de estudiante­s en NYC y tras casi un mes del inicio del nuevo año escolar, el sistema de escuelas públicas atraviesa por un escándalo que preocupa a más de un padre de familia.

Pese a que la iniciativa de almuerzos gratuitos ha permitido que muchos estudiante­s, que antes no podían alimentars­e adecuadame­nte, permanezca­n en clase activos y listos para aprender, el Departamen­to de Educación de la Ciudad (DOE) tiene en la mira las contrataci­ones de estos alimentos escolares, debido a nuevas acusacione­s relacionad­as con un tema vital para los menores: su salud alimentici­a.

El primero tiene que ver con el supuesto mal manejo de los alimentos, y es que de acuerdo con un informe de CBS-2, en una escuela de Brooklyn se encontraro­n varios problemas con un pan “mohoso” que, según los trabajador­es de la cafetería, está relacionad­o con el hecho de que, debido a un cambio de proveedore­s, las escuelas solo están reci- biendo pan fresco dos veces a la semana y no diariament­e como se hacía en el pasado.

Las perturbado­ras imágenes de panes “verdes” impulsaron al comisionad­o del DOE, Richard Carranza, a comenzar a indagar en el caso, con el fin de encontrar nuevas rutas para el proceso de entrega de comidas a las escuelas. Además, Carranza declaró el hecho como “repugnante”.

“Es absolutame­nte repugnante. No hay razón para que eso suceda”, dijo el comisionad­o a CBS-2. “No voy a descansar y sé que mi equipo no descansará hasta que, no solo eliminemos ese tipo de cosas, sino hasta que nos aseguremos que no pasen nuevamente”.

Parte del compromiso del Comisionad­o con aclarar y mejorar la salubridad de los alimentos en las escuelas, está relacionad­o con una auditoria anunciada recienteme­nte, en la que el DOE contrató a la firma de contabilid­ad Ernst & Young para investigar a fondo los contratos de alimentaci­ón escolar.

“Nuestros estudiante­s merecen alimentos sanos y seguros. Estamos realizando una auditoría de los contratos de los proveedore­s de alimentos e hicimos una remisión reciente a los investigad­ores con respecto a las denuncias de incorrecci­ón”, dijo Carranza.

El DOE explicó que Ernst & Young realizará una auditoría de los contratos del programa de SchoolFood, un estudio que consistirá en una revisión de los procesos contractua­les involucrad­os en la duración de los contratos. La finalidad de la investigac­ión es que Ernst & Young proporcion­e recomendac­iones al Departamen­to.

Ahora bien, se espera que dicha auditoria también revele detalles de por qué se están entregando alimentos en las escuelas que, no solo no son apetecidos por los estudiante­s, sino que la Ciudad está pagando precios más altos por los mismos. Este punto ha despertado la curiosidad de varias agencias de la Ciudad, incluida la Contralorí­a y el Departamen­to de Investigac­iones (SCI), quienes han comenzado a revisar el tema, pero aún no han confirmado si una investigac­ión sería realizada.

Sin embargo, el DOE confirmó que ya ha realizado referencia­s recientes a SCI, con respecto a las denuncias de conducta indebida en SchoolFood. “Las acusacione­s sobre la entrega de pan fueron remitidas a SCI la semana pasada”, indicó un portavoz del DOE.

Injusticia social

Detrás de la polémica se encuentran más de un millón de estudiante­s, de los cuales el 75% es pobre, y quienes, en muchos casos, pueden estar alimentánd­ose solo de la comida que reciben en las escuelas. De ahí que el contralor Scott Stringer, también esté poniendo la mirada en esta situación.

“Estoy molesto por esto y estoy indignado. Esto parece un pedazo de bacteria”, indicó Stringer, luego de ver las imágenes de los panes encontrado­s en la escuela de Brooklyn. “Le hemos estado diciendo al DOE que parte del trabajo es asegurarno­s que vean el proceso de adquisició­n y el proceso de contrataci­ón para asegurarno­s de que obtengamos buenos resultados. El pan verde no es un buen resultado”, dijo Stringer.

Entretanto, las dudas de los padres de familia también comienzan a crecer, lo que ha puesto a algunos padres a empacarle el almuerzo a sus pequeños.

Angelique Vega, una residente de Harlem, de padres puertorriq­ueños, se asegura de empacar el almuerzo de sus hijos diariament­e. Ella contó que, pese a que los almuerzos son “bastantes decentes”, sus hijos le pidieron que ella cocinara.

“Mis hijos han comido el almuerzo de la escuela en el pasado. Pizza y cosas así pequeñas muy de vez en cuando, pero en el verano mi niña fue a un campamento en la escuela y la comida estuvo bien”, dijo Vega, quien aseguró que si no fuera por los reportes no se habría enterado de lo acontecido en Brooklyn.

Sin embargo, Pablo Paulino Gómez, un inmigrante dominicano que llegó hace dos años a Nueva York, recalcó que confía en que su hija de 9 años está recibiendo una buena alimentaci­ón en la escuela.

“Gracias a Dios ella almuerza en el colegio y nunca ha tenido ningún problema”, indicó Gómez, mientras espera que la niña salga de la escuela PS 163 Alfred E. Smith. “A ella le dan frutas y cosas agradables y saludables”.l

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FOTOS: ARCHIVO Y MARIELA LOMBARD Cientos de miles de estudiante­s dependen de los almuerzos escolares para tener una nutrición adecuada.

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