HAY QUE AYUDARLOS
Los veteranos de las Fuerzas Armadas hoy son reconocidos en público y se les agradece el haber elegido servir al país. La mejor manera de expresar la gratitud es ayudándolos a reincorporarse a la vida civil.
Las dificultades que enfrentan los veteranos de guerra suelen conocerse con las tragedias. Es el caso del ex integrante de la Infantería de Marina, Ina David Long, quien mató a 12 personas en un restaurante de Thousand Oaks, en California.
En esa ocasión el presidente Trump se refirió a la matanza en términos de que su autor fue un veterano de guerra, que aparentemente sufría de Trastorno de Estrés Postraumático (PTSD). “La gente regresa. Por eso es horrible. Regresan y nunca son iguales”.
La causa de los veteranos está entre las prioridades de Trump. El último presupuesto fue significativamente alto, a pesar de haber solicitado primero recortes tal como lo está haciendo. Los veteranos son un sector significativo de su respaldo político.
Sin embargo, el comentario sobre el tiroteo le hace más mal que bien a los veteranos. La explicación enfatiza el estereotipo de que los veteranos de guerra, especialmente los que vieron combate, son una bomba de tiempo. Son individuos peligrosos y destrozados internamente listos para salir a matar gente de un momento a otro.
La realidad es otra. Según la Administración de Veteranos (VA), el porcentaje de soldados con PTSD es entre 11% y 20% entre quienes fueron a Irak y Afganistán y 31% para los veteranos de Vietnam. La mayoría de ellos llevan vidas normales.
En realidad, el suicidio, y no la masacre, es la manifestación de los problemas serios de PTSD. Veinte veteranos al día se quitan la vida. Un estudio reciente de las Academias Nacional de Ciencias, Ingeniería y Medicina estimó que el 50% de aquellos que necesitan atención mental no la reciben ni a través de las 1,300 clínicas y hospitales del VA o en práctica privada. Esto conduce a los os problemas de abuso de sustancia y desamparo además de suicidio.
El PTSD es uno de varios problemas que enfrentan los veteranos. Muchos de ellos entran a la vida civil sin las herramientas necesarias para tener éxito.
Es posible que el veterano nunca haya solicitado trabajo civil, no sepa cómo trasladar sus conocimiento militar a lo civil, deba crear su propia estructura de vida después de estar en un régimen estructurado ni obtener servicios o necesidades básicas porque todo le es provisto en la estructura.
Las Fuerzas Armadas son una alternativa de avance para muchos jóvenes que buscan una superación o una salida de sus circunstancias de pobreza. Un 7% de los 20 millones de veteranos son latinos. Los soldados que no tienen estudios más allá de la secundaria tienen más problemas de adaptación en la vida civil.
En este Día de los Veteranos les agradecemos por los servicios prestados. Al mismo tiempo, hacemos un llamado a verlos de una manera realista y asumir costos y responsabilidades por haberlos enviado a la guerra.•