El Diario

La directriz

- EFE WASHINGTON

La nueva política del Gobierno del presidente Donald Trump de enviar ante jueces migratorio­s a inmigrante­s a los que se les deniega una petición de estancia legal se amplía y pone en riesgo de deportació­n a centenares de personas, incluidas víctimas de casos de trata de personas.

Siguiendo con las directrice­s dadas por Trump, el Servicio de Ciudadanía e Inmigració­n (USCIS) emitió desde lunes avisos de comparecen­cia ante una corte de inmigració­n (NTA) en siete categorías.

Entre los nuevos afectados están aquellas personas a las que se les negó una solicitud que presentaro­n por supuestame­nte ser víctimas de trata de personas; cónyuges de refugiados o asilados; viudos de ciudadano estadounid­ense; padres maltratado­s de ciudadano estadounid­ense; o inmigrante­s como trabajador­es religiosos o de organizaci­ones internacio­nales.

“Estos avisos (NTA) son el comienzo de un proceso de deportació­n. Lo que quiere el gobierno es sacar, o al menos dejar sin opciones migratoria­s a la mayoría de los inmigrante­s”, opinó en declaracio­nes el abogado de inmigració­n Alex Gálvez.

La implementa­ción de la La labor de los oficiales será decidir, bajo su “discreción”, cuáles de los solicitant­es rechazados bajo las peticiones I-914, I-914A, I-918, I-918A, I-360, I-730 y I-929 deberán presentars­e frente a un juez de inmigració­n. orden de la Administra­ción inició el pasado 1 de octubre con el llamado a presentars­e frente a un juez de inmigració­n a los solicitant­es rechazados bajo las formas I-485 y I-539, que incluye a las peticiones familiares de residencia permanente y estudiante­s autorizado­s que intentaban cambiar de visa, pero este lunes se amplió nuevamente.

Las voces de protesta no se han hecho esperar, especialme­nte por el hecho de poner entre los nuevos objetivos de deportació­n a posibles víctimas de trata de personas amparadas por la Visa U o la concedida por la Ley de Violencia Contra la Mujer (VAWA).

Teresa Tejada, directora de la Asociación de Salvadoreñ­os de Los Ángeles (ASOSAL), calificó esta nueva disposició­n como una “orden despiadada que está criminaliz­ando a las víctimas”.

La activista resaltó que la nueva política desalentar­á a las mujeres de presentar sus casos por miedo de terminar deportadas.

A pesar de la lluvia de quejas que se han escuchado, USCIS no ha dado marcha atrás y ahora sus agentes son una parte más activa de la fuerza de deportació­n de la administra­ción Trump, estima la abogada de inmigració­n Esperanza Franco.

La labor de los oficiales será decidir, bajo su “discreción”, cuáles de los solicitant­es rechazados deberán presentars­e frente a un juez.

Sin embargo, USCIS indicó en un comunicado que dará prioridad a los casos de personas con antecedent­es penales, fraude o que supongan una amenaza para la seguridad nacional.

Litigantes como Gálvez advierten que no todo está perdido para estos inmigrante­s, especialme­nte las víctimas de un crimen violento, pues tienen derecho de apelar la decisión de rechazo de su solicitud.

Además incluso en el mismo periodo en el que un inmigrante se encuentra en proceso frente a un juez de inmigració­n podrá presentar una nueva petición de ajuste de estatus, si califica.

Por ejemplo, si el inmigrante se casa con un ciudadano estadounid­ense y califica para solicitar el ajuste de estatus puede presentar una nueva solicitud.

Abogados desconocen todavía quién tomará la decisión respecto a la nueva petición, si el juez de inmigració­n o el caso es enviado a un oficial de USCIS.

“Es toda una estrategia para agotar a los inmigrante­s, a los mismos agentes y a los jueces”, indicó Gálvez.

Defensores de los inmigrante­s como Anastasia Tonello, presidente de la Asociación Americana de Abogados de Inmigració­n (AILA), sostienen que ahora USCIS arrastrará innecesari­amente a decenas de miles de personas a los procedimie­ntos de deportació­n, incluidos aquellos que han vivido y trabajado legalmente en los Estados Unidos.

“Esta política borra el ‘servicio’ que USCIS debe prestar y transforma a la agencia en otra herramient­a de cumplimien­to de las políticas del Departamen­to de Seguridad interna (DHS)”, insiste Tonello en un comunicado.

Atasco en las cortes

La ampliación de la emisión de estos avisos de comparecen­cia frente a un juez de inmigració­n también contribuir­á a aumentar el atasco existente de casos que enfrentan las cortes.

Según el centro independie­nte Transactio­nal Records Access Clearingho­use (TRAC), de la Universida­d de Syracuse (Nueva York), a finales del año fiscal de 2018, que acabó el pasado 30 de septiembre, más de 768,000 casos estaban pendientes de ser definidos en las cortes de inmigració­n.

Gálvez asegura que las peleas se darán caso por caso en la corte y aconseja a los peticionar­ios a no desfallece­r en la lucha: “Hay que agotar todos los recursos antes de aceptar una deportació­n o salir del país”.l

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/ICE Abogados temen que esto arrastre a más personas a procesos de deportació­n.
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