Hinchas: resignados y frustrados
Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol, anunció ayer que la segunda final de la Copa Libertadores se postergó nuevamente. “Es una vergüenza que estemos hablando de esta situación por unos inadaptados, es una vergüenza la imagen que se ha mandado al mundo. Esto no es lo que queremos. Pero no están dadas las condiciones. No hay igualdad de condiciones. Hay un equipo que fue agredido. Queremos que se juegue cuando haya igualdad de condiciones”, destacó el dirigente en declaraciones a Fox Sports.
Los dichos del titular de la Conmebol, que ratifican una nueva postergación del superclásico River-Boca, llegan después de la presentación que hizo Boca, que solicitó la suspensión del encuentro al alegar que el capitán Pablo Pérez no estaba en condiciones de jugar, además de reclamar la aplicación del artículo 18 del reglamento, que determinaría sanciones para River por el ataque de sus hinchas al micro de Boca en la tarde del sábado.
Los dirigentes se reunirán mañana en la sede de la Conmebol en Luque, Asunción, para decidir la fecha de la segunda final de común acuerdo.
“Vamos a convocar a ambos presidentes (Daniel Angelici y Rodolfo D’Onofrio) y a reprogramar el partido. Una de las posibilidades es jugar el sábado 8 del mes próximo, una vez que concluyan en Buenos Aires las reuniones del G-20, que ocupa todas las previsiones de seguridad”.
“Quiero decirle a la gente que reflexione. Esto no está bien, hay que hacer autocrítica. No queremos jugar si no están las condiciones de seguridad deportivas”, destacó Domínguez, que aclaró que no se recibió ninguna presentación de Boca. “La culpa no es de la Conmebol. El mundo está pendiente de este partido, y esto es obra de los inadaptados”, insistió el titular de la Confederación Sudamericana.
En el primer duelo de esta serie final, Boca Juniors y River Plate habían empatado 2-2 en el Estadio La Bombonera.
El ganador de esta Copa Libertadores además se clasificará para el próximo Mundial de Clubes A la 1:29 p.m. (hora de Buenos Aires) se abrieron las puertas del Monumental. Con bastante tranquilidad, los hinchas comenzaron a ingresar en el perímetro del estadio de River. Sin embargo, apenas pasadas las 2:00 p.m., Alejandro Domínguez, el presidente de la Conmebol, anunció la nueva postergación del superclásico. “No están dadas las condiciones de igualdad deportiva para la disputa de la final. Por eso la Conmebol ha tomado la decisión de postergar la final de la Libertadores y convoca a los presidentes de ambos clubes a Asunción para buscar una nueva fecha”, expresó Domínguez en declaraciones a Fox Sports.
Algunos miles de hinchas
Sin dudad sobre el juego
El presidente de River Plate, Rodolfo D’Onofrio, dijo llegaron a entrar. Pero apenas había transcurrido media hora del ingreso cuando se anunció por los altoparlantes la suspensión, y la primera pregunta de la mayoría fue cuándo se iba a jugar, sin ninguna certeza a la vista. Recién se prevé que el martes próximo los presidentes de Boca y River se reúnan en la sede de la Conmebol en Asunción para decidir una reprogramación.
Con bastante resignación, los hinchas de River emprendieron el camino de regreso.
Lógicamente, la gente salió con gestos de enojo y frustración, pero lejos del caos que vistió la jornada del sábado en los alrededores del Monumental.
ayer que no duda de que el partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores ante Boca Juniors se jugará en el estadio Monumental y ante la parcialidad local.
“River nunca quiso jugar con ventaja. Ayer (sábado) firmamos jugar hoy (ayer) a las 5:00, pero no se pudo y está bien. No tengo ninguna duda de que el partido se va a jugar en River y con gente”, dijo en rueda de prensa D’Onofrio, quien se encargó de resaltar que el partido no fue “suspendido” sino “pospuesto”.
“Ayer (sábado), después de que el presidente de FIFA, Gianni Infantino, dijera que se jugaba a las 7:15, le dije a (Alejandro) Domínguez (presidente de la Conmebol) que River no quería jugar porque no quiere tener ninguna ventaja”, añadió.
El directivo aseguró sentir “una pena enorme” por lo ocurrido y reveló que tiene “una sensación de dolor” al igual que “todo River”.